Eran cerca de las 15.30 del domingo 4 de septiembre cuando dos hombres dispararon una intensa lluvia de balas a un joven que se desplazaba en bicicleta en la zona de la plaza de Barrio Molino Blanco. La víctima cayó herido en el lugar y murió minutos después en un hospital. Pero algunos de esos plomos también alcanzaron e hirieron mortalmente a una mujer de 58 años, Graciela Carrizo, que tomaba mate junto a sus nietas, a quienes cubrió con su cuerpo para protegerlas. Por el doble crimen fue imputado este lunes Miguel Ángel “Ojudo” L., quien era intensamente buscado y se entregó  el pasado viernes en la Agencia de Investigación Criminal.

El fiscal Gastón Ávila, le achacó los hechos que tuvieron lugar en la zona de Juan Pablo II entre Bermúdez y Pasaje 544. Según lo expuesto en la audiencia imputativa, Schneider estaba junto a un familiar y los atacantes lo interceptaron y, sin previo aviso, le dispararon con al menos dos armas de fuego calibre 9 milímetros. El joven, de 31 años, recibió unos 17 impactos que le ocasionaron un shock hipovolémico por hemorragia masiva por lesiones graves abdominales. Asimismo, a algunos metros de donde se produjo la balacera, se encontraba Graciela Paulina Carrizo, en uno de los bancos de la plazoleta, donde fue alcanzada por algunos de los proyectiles disparados, que le ocasionaron una grave lesión cráneo encefálica. Schneider falleció pocos minutos después del ataque, apenas llegado al Hospital Roque Sáenz Peña mientras que Carrizo murió en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez ese mismo día.

«Ojudo» fue acusado de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra, en grado consumado, en carácter de coautor. La jueza de Primera Instancia Valeria Pedrana tuvo por formalizada la audiencia imputativa y dispuso la prisión preventiva por el plazo de 90 días.