Finalmente, este martes por la tarde, el fiscal Gustavo Ponce Asahad deberá sentarse en el banquillo de los acusados para ser imputado por los delitos de exacciones ilegales, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Misma situación le corresponderá a Nelson Ugolini, colaborador del funcionario en el Ministerio Público de la Acusación.

Según informaron voceros del Poder Juicial, la audiencia está prevista para las 15.30 y la acusación estará en manos de la fiscal Gisela Paolicelli y el fiscal Matías Edery.

Gustavo Ponce Asahad, que estaba a cargo de la Fiscalía Covid-19 y Nelson Ugolini, empleado del funcionario, están sospechados de filtrar información a una banda que se dedica al juego clandestino y las extorsiones. Además, Ponce Asahad fue acusado por el Leonardo Peiti de recibir pagos mensuales para mantenerlo informado y cubrirle las espaldas en las investigaciones que lo tenían en la mira.

El escándalo estalló el pasado jueves, luego de que Peiti se presentara a declarar como arrepentido. En sus dichos, hacía alrededor de dos años que le pagaba al funcionario judicial un promedio de 4.000 dólares mensuales a fin de que lo resguarde de posibles allanamientos  le pasara información. Ese mismo día, Peiti involucró también al fiscal regional Patricio Serjal como partícipe en las maniobras extorsivas.

El viernes, las Tropas de Operaciones Especiales allanaron la vivienda del fiscal que negó terminantemente las acusaciones en su contra y aseguró que «siempre obró como lo dispone la ley».

Sin embargo, este lunes, el abogado de Luis Peiti, empresario que posee casa de juego en Misiones, Paraguay y Formosa, pero también es responsable de varios garitos ilegales dialogó con varios medios y ratificó todo lo dicho por su pupilo además de hacer nuevas revelaciones.

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En diálogo con la radio AM 830, Luis Rossini relató queel comienzo de la relación de su defendido con los fiscales se dio «a fin de evitar esos allanamientos que  arruinan la posición de empresario» de su cliente. Según el relato de Rossini, Ponce Asahad le avisño a Peiti de un procedimiento en su contra, se reunieron en un bar y le dijo que si le pagaba una suma por mes, lo mantendría informado y desarrticularía los procedimientos.

Rossini remarcó que no se trataba solo del fiscal. «Él decía que venía de parte de un jefe. Lo quiso conocer y entonces le presentó a Serjal», apuntó en su relato.

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El letrado también contó que a raíz de una balacera sufrida por su cliente, mantuvo una reunión con Patricio Serjal en un hotel de Buenos Aires. «Allí se hospedaron los dos. Eso quedó registrado».

Al final de la entrevista, Rossini detalló que el 9 de julio pasado, Ponce Asahad se reunió su defendido y le dijo que había una invvestigación en contra suyo en otra fiscalía. «Le dijo que para frenarla tenía que pagar 100 mil dólares y presentarse con un abogado. Peiti le dijo que ya tiene abogado y no cuenta con 100 mil dólares para pagar. Luego mi cliente recapacita y piensa que no puede ponerse a dos fiscales en contra, y retoma el diálogo con Asahad. Entonces el fiscal le pregunta cuanto puede juntar y acuerdan 10 mil dólares que mi cliente entrega en el club Sirio Libanés ese mismo dia a las 18. Está filmado que mi cliente llega a esa hora, que Ponce abre el club porque estaba cerrado y mi cliente se retira a los 5 minutos”.