Una joven de 18 años fue asesinada de unas 10 puñaladas en un femicidio ocurrido en la ciudad bonaerense de Rojas, por el que quedó detenido su ex novio, un policía bonaerense, lo que generó anoche una protesta frente a la comisaría local donde hubo destrozos y disparos de balas de goma. Tras las primeras tomas de testimonios y recopilación de evidencias, el fiscal que investiga el hecho señaló que hubo»premeditación y alevosía».

Úrsula Bahillo, hija de un comerciante local,  fue encontrada muerta a golpes y puñaladas anoche, cerca de las 20.30, entre los pastizales de un campo, a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros a las afueras de Rojas, sentido a la vecina ciudad de Salto.

Por el femicidio fue detenido su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, un oficial de policía bonaerense, que estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre del 2020, y que se autolesionó luego del hecho.

El femicidio se descubrió tras el llamado al 911 de un tío del propio imputado, en el que refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que «se había mandado una cagada».

Al llegar al lugar, la policía se encontró con la chica asesinada y al agresor malherido dentro de su auto, un Peugeot 307. A la llegada de los efectivos, Martínez intentó escapar a pie por los pastizales y el campo, pero de inmediato fue reducido y apresado. Dentro del auto, los investigadores hallaron una cuchilla de carnicero con mango blanco y manchas hemáticas, que se cree fue el arma homicida y quedó secuestrada para peritajes.

El policía, que se desempeña en un Destacamento de San Nicolás pero estaba con licencia psiquiátrica hace unos cinco meses, fue detenido y quedó a disposición de la justicia acusado de «homicidio calificado por violencia de género» (femicidio), delito que prevé prisión perpetua.

Los voceros consultados indicaron que Martínez, ayer a la mañana, fue notificado sobre la violación de la perimetral y de la denuncia de la misma Bahillo y su madre en la Comisaría de la Mujer.

En redes sociales, algunas amigas de la víctima publicaron capturas de pantalla con mensajes de la propia Úrsula en los que, entre otras cosas, contaba: «Me re cagó a palos mal», » siete meses me pegó», «me callé siempre» y «hasta que me vi muerta, por eso lo denuncié».

Anoche, al conocerse el crimen, amigos de la víctima y cientos de vecinos salieron a las calles para pedir justicia, lo que terminó con una serie de incidentes, destrozos, balas de goma y heridos frente a la comisaría de Rojas. En el marco de la protesta, una camioneta policial Toyota Hilux, que estaba estacionada frente a un colegio, fue incendiada y empujada contra el edificio policial. También hubo marchas y protestas frente a los domicilios de dos fiscales y de un juez de paz. Los vecinos de Rojas convocaron a una nueva marcha para esta tarde en reclamo de justicia.

Por cuestiones de seguridad, para el imputado y para preservar el hospital local, a Martínez se lo trasladó al hospital de Pergamino, donde permanecía hoy internado y en calidad de detenido, a la espera de que esté en condiciones para su indagatoria, explicaron los informantes judiciales.

«Alevosía y premeditación»

Sergio Terrón, el fiscal que investiga el femicidio de Úrsula Bahillo en Rojas, aseguró hoy a Télam que de acuerdo a los elementos que viene colectando en el expediente todo indica que se trata de un «femicidio con alevosía y premeditación» y confirmó que existían denuncias previas por violencia de género de la propia víctima y de, al menos, otra mujer.

«Estamos investigando cómo, pero creemos que a través de algún engaño o por la fuerza, la llevó en su propio auto hasta ese paraje, en Guido Spano, para cometer el crimen», detalló el titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín.

Terrón afirmó que aún no tienen la certeza de «dónde se encontraron o la capturó el imputado», por lo que «se están analizando una serie de cámaras de seguridad» para reconstruir el recorrido del Peugeot 307 del policía. Además, remarcó que «se están analizando los celulares de la víctima y el acusado» para poder rastrear algún mensaje o llamada que aclare dónde, cómo y por qué se dio el encuentro.

Sobre el imputado, el policía Matías Ezequiel Martínez (25), contó que «se encuentra internado y entubado» en un hospital de la zona que no quiso revelar, «con una profunda herida en la zona abdominal». «Estamos investigando si se la autoprovocó con fines suicidas o para simular algún enfrentamiento», dijo el fiscal.

Sobre la víctima, contó que el médico forense que revisó ayer el cadáver en la escena del crimen «advirtió la presencia de unas diez puñaladas, tres de ellas en la zona del cuello y el resto en el torso», y explicó que la autopsia «se hará en la morgue de Junín» aunque aclaró que «está demorada porque primero se debe esperar el test de Covid-19 negativo de la víctima para que puedan trabajar los forenses».

Sobre los antecedentes de violencia de género de Martínez, Terrón confirmó que él tenía citada a Úrsula «para el 17 de febrero» por una de las denuncias que le había formulado y confirmó que «el 18», el policía estaba citado por otras fiscalía «para un juicio oral por otra causa en la que lo había denunciado una ex pareja». La calificación que le imputará Terrón a Martínez tiene como única pena la prisión perpetua.