Suele advertirse a los usuarios de tarjetas de débito y crédito de las precauciones y recaudos que deben tomar al operar on-line con hombanking o distintos tipos de procedimientos para ser evitar ser víctimas de estafas. Pero, el caso que Romina contó a Conclusión encierra la paradoja de que le vaciaron su cuenta sueldo, con más de una docena de transferencias inmediatas realizadas en pocas horas, siendo esta una cuenta con la que nunca operó en línea y sólo se maneja con cajeros automáticos o en su defecto, con ventanilla.

Romina Marucco es empleada de la Municipalidad de Rosario desde hace 9 años y, desde hace la misma cantidad de años, cobra su sueldo en el Banco Municipal. Este sábado pasado, como cada principio de mes, le llegó el aviso de que su sueldo ya estaba depositado y así lo verificó en una plataforma en la que los trabajadores municipales chequean sueldo y cobro. Como necesitaba el dinero para el día lunes, prefirió esperar y concurrir al cajero para extraerlo el domingo por la tarde.

«Fui al cajero que está por Montevideo entre Balcarce y Moreno, frente a los Tribunales Provinciales. Cuando pongo la tarjeta me salta la leyenda: Tarjeta inhabilitada para operar. Probé con los otros dos cajeros que hay en el mismo lugar y me pasó lo mismo. Entonces llamé al 0800 que aparece en la tarjeta y me dice que tengo que ir al banco a las 8 de la mañana».

Trece transferencias

Romina llegó al Banco Municipal a primera hora del lunes, contó lo que le estaba pasando a una de las empleadas y, cuando se sentaron frente a la computadora para ver la cuenta, la mujer que la atendía exclamó: «¡Ah, vos sos la de la estafa! Link nos mandó un correo. ¿Vos no hiciste transferencias no?».

Cuando Romina respondió que nunca pudo operar con su tarjeta, la mujer le señaló que hubo una estafa, y que se hicieron 12 transferencias inmediatas por 10.000 pesos y una por 5.000. «Es decir, la totalidad de mi sueldo», remarcó Marucco.

Inmediatamente, la misma empleada bancaria le dijo que iban a iniciar una investigación legal y que ella debía hacer la denuncia correspondiente. «Me fui en shock del banco, porque yo vivo de mi salario, y tengo cuentas y responsabilidades, y me habían sacado todo el sueldo. Al día siguiente fui a un Centro Territorial de Denuncias, donde me asesoraron y me explicaron cuales son mis derechos y a partir de ahí decidí iniciar una serie de acciones y reclamos porque el banco no me brindó ningún tipo de seguridad».

Uno de los ejes que remarcó Marucco es que, por una cuestión de seguridad y por ser esa la cuenta en la que le depositan el dinero con el que tiene que vivir y mantener a sus hijos, nunca utiliza la tarjeta ni la cuenta en operaciones en línea por internet, ni para compras, ni con homebanking. «Con esta tarjeta en particular, me manejo únicamente en forma analógica, porque es la cuenta sueldo. Yo soy re precavida, porque precisamente, si me sacan el sueldo, me sacan todo. Así que no la uso en ningún lado, ni en MercadoPago ni en ninguna plataforma on-line, ni siquiera tengo homebanking para evitar, precisamente, que me pase lo que me pasó. Para esas cosas, tengo otra tarjeta».

Vulnerabilidad extrema

Una de las cuestiones de fondo en el problema de Romina, y de todas las personas en situaciones similares es la fuga de seguridad del banco, fuga por la cual la entidad debería hacerse responsable, reponer el dinero y luego investigar. Sin embargo, eso no siempre sucede, y cuando sucede, la víctima de la estafa queda en la mira como un posible responsable por manejo imprudente. Esa es una situación que se repite en todo este tipo de estafas bancarias, la desprotección del cliente, aún de los más precavidos, ante el comportamiento bancario.

En este caso, por recomendación de su asesora legal, Romina fue a hablar con el gerente del Banco para pedirle que repongan el dinero. «Lo que pasó no fue un problema mío, a mi nunca me llegó un aviso de lo que estaba pasando. Se hicieron 13 transferencias desde mi cuenta, la RedLink lo vio, de hecho, por eso bloquearon la tarjeta y enviaron un aviso al banco. Pero yo fui la última en enterarme. Además, el bloqueo de la cuenta se hizo después de que quedó vacía. No lo hicieron antes, cuando notaron movimientos sospechosos, no sé, pongamos después de 5 o 6 transferencias inmediatas», subrayó la joven a este medio.

En ese sentido, Marucco también señaló que es muy sencillo acceder a su historial bancario y a los movimientos que realiza desde hace nueve años, y que son muy similares mes a mes. «Pago las tarjetas de crédito, saco plata en efectivo para pagar la niñera, la única transferencia inmediata que hago mensualmente es a la Universidad para pagar el posgrado. Son siempre los mismo movimientos. Sin embargo, hicieron 13 transferencias, me bloquearon la tarjeta, no me entero y cuando me entero me ponen casi en el lugar de culpable».

Es que cuando su asesora legal y ella le demandaron a la institución que repongan el monto total de la cuenta, la respuesta de la entidad es que lo iban a hacer, pero sujeto a la investigación que ellos y Red Link hicieran. «Es decir, si la investigación arrojaba que yo había sido negligente, les iba a tener que devolver los 125.000 pesos».

«Esto es de no creer, encima de que no tienen ningún tipo de seguridad, hicieron 13 transferencias inmediatas y no me llegó ningún tipo de aviso. Me sacaron el dinero, me bloquearon la tarjeta porque se dan cuenta de que hay algo raro y nunca se pusieron en contacto conmigo», enfatizó Romina.

Y remarcó: «No hay ningún tipo de seguridad. Hay una vulnerabilidad extrema a la que quedás expuesta, porque ellos tienen todos mis datos, accionan sobre mis cosas y yo no tengo ningún tipo de seguridad, parece que ellos no tienen ninguna obligación para conmigo. Hay una fuga de seguridad y encima me quieren responsabilizar a mi. Es decir, yo me senté ahí y siempre fui yo la culpable, se me cuestionó permanentemente a quien le di datos personales, a quien le facilité información, y encima no había hecho nada de todo eso. Tuve que dar un montón de explicaciones y a mi el banco no me da ninguna, siendo tan fácil de comprobar cual es mi comportamiento bancario, basta con mirar el historial de mis movimientos».