Este domingo, médicos y enfermeros del Hospital Anselmo Gamen de Villa Gobernador Gálvez sufrieron un violento episodio a manos de los familiares de una paciente que exigían que la atendieran inmediatamente.

Sandra Maiorana, secretaria gremial de Amra (Asociación de Médicos de la República Argentina) relató a Conclusión que todo ocurrió alrededor de las 19.30 de este domingo. «En la guardia del Gamen estaban atendiendo dos emergencias en las que corrían riesgos la vida de los pacientes. En ese momento llega a la guardia una persona con un cólico biliar, que es un dolor provocado por un cálculo en la vesícula. Y cuando se anota, el admisionista le explica que va a tener que esperar unos 15 minutos porque los médicos estaban atendiendo las emergencias. Y esta persona se brotó y rompió los vidrios de la zona de admisión a las patadas».

Además, «como los médicos no tienen ni tiempo para parar a comer», el admisionista estaba comiendo en su escritorio y tenía allí un cuchillo Tramontina. «Después de romper los vidrios, la mujer metió la mano y sacó el cuchillo y empezó a amenazar a todo el mundo, al igual que los familiares que acompañaban a la paciente que insultaron a todos los médicos que trataban de intervenir para calmar la situación.

Si bien había un policía en la guardia, el mismo también fue agredido con el cuchillo y finalmente hubo que llamar al Comando Radioeléctrico, que terminó llevándose a la mujer detenida y se le formó una causa por amenazas calificadas.

«Se restringió la guardia en ese momento porque había cosas rotas y hubo que trabajar más lento. Además, hoy la institución iba a presentar también una denuncia», relató Maiorana y enfatizó que «no fue una falla de seguridad». «Estaba el policía y estaba la seguridad pero la violencia de esta gente sobrepasó la situación. Estuvo muy pesado el tema». 

La dirigente gremial apuntó que no van a tomar medidas contra el hospital porque estaba todo en regla y se ocuparon del tema, incluso se hicieron cargo de hacer la denuncia, así que «hoy la guardia está trabajando normalmente».

«El problema con esto es que repercute en el ánimo de los médicos. Son condiciones que hacen que los médicos ya no quieran ir a hacer guardia a determinados lugares y después no hay quien atienda a la población, remarcó Maiorana. O sea, estas cosas perjudican mucho a todos los ciudadanos, porque el que pasa por esta situación, muchas veces se va del lugar y no quiere trabajar más ahí». El que va al hospital y trabaja tratando de dar un servicio a la comunidad es agredido por gente que no tiene respeto por la vida del otro. La prioridad es el riesgo de vida, más allá del dolor que habrá sido mucho. Pero no había riesgo de vida».

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