El cuerpo calcinado de Susana Cáceres fue encontrado al costado del río Reconquista, en un descampado de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. La mujer permanecía desaparecida desde hacía diez días cuando había salido de su casa.

El hallazgo ocurrió en las últimas horas del viernes a la vera del río Reconquista, a metros del Camino del Buen Ayre, en jurisdicción del distrito de Ituzaingo de la zona oeste del conurbano, donde trabajaban peritos de la Policía Científica para intentar identificar a la víctima, y se dirigía la fiscal Luisa Pontecorvo, quien investiga la desaparición de Cáceres.

Los investigadores informaron que el cuerpo fue encontrado tras un rastrillaje por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno, en el marco de la búsqueda de la mujer desaparecida hace diez días.

En primera instancia y por cuestiones de jurisdicción, iba a intervenir una fiscalía de Ituzaingó, pero como el cadáver apareció durante un operativo por el caso de Cáceres, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno continuará con las directivas para determinar de quién se trata, indicaron fuentes judiciales.

Asimismo, en la tarde del viernes se hallaban en el lugar buzos tácticos, personal de Bomberos, la División K9 de perros adiestrados y peritos forenses, explicaron las fuentes consultadas. También se hicieron presentes algunos familiares de Susana Cáceres, quienes aguardaban en la zona las indicaciones de los pesquisas para ver si el cadáver hallado está en condiciones de ser reconocido.

Más temprano, dos domicilios de ese partido fueron allanados, el primero en la casa de la expareja de Cáceres, Alejandro Alberto Peralta, ubicada en la calle Maza al 2300, del barrio Lomas de Mariló.

En tanto, el otro allanamiento, en el mismo barrio, se desplegó en la casa de un amigo de la mujer con la que testigos dijeron haberla visto por última vez.

 

Sobre la expareja de Cáceres, Peralta, detenido por portar una pistola calibre .45 con la numeración limada -pero no por la desaparición de Cáceres-, los voceros contaron que se negó a declarar ante el fiscal Federico Soñora, que lleva la causa por tenencia ilegal de arma de guerra.

Desde hace 10 días no habría datos de Susana Cáceres, madre de cuatro hijos, de tez trigueña, cabello largo color rubio, de 1,50 metros de altura y con tatuajes en ambos brazos, una pierna y una mano, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui el martes 8, cerca de las 16, y dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre.

«Ahí vengo má», le dijo a la mujer antes de ir a pagar una deuda por unos electrodomésticos que había comprado la semana anterior.

La última vez que fue vista fue la madrugada del miércoles, en el barrio de Mariló, en Moreno, y vestía un short de jean azul y zapatillas negras. Ante testimonios que indicaron que la mujer estaba con unas personas a bordo de una camioneta se secuestró el vehículo y fueron citados a declarar su expareja y los hermanos de ésta.

A su vez, los policías bonaerenses realizaron rastrillajes en cuatro lugares de Moreno: el domicilio de Cáceres, el de Peralta, la canchita «Los Apaches» y el barrio Candia.

Además, los pesquisas realizaron el relevamiento de cámaras públicas y privadas y sobre sus redes sociales, para conocer sus movimientos previos a la desaparición, aunque por el momento sin resultados.