La Policía de Santa Fe detuvo el año pasado a un total de 26.745 personas, de las cuales 1.593 tenían pedidos de captura, y secuestró 2.409 armas de fuego, un 30% más en relación a 2021. Así lo comunicó este jueves el gobierno provincial, con base en los datos del Observatorio de Seguridad Pública.

Según el balance anual expuesto por las autoridades provinciales, durante 2022 las diversas Direcciones Generales y Unidades Regionales de la Policía de Santa Fe detuvieron un total de 26.745 personas por diversos delitos, de las cuales 1.593 tenían pedidos de captura, y secuestraron 2.409 armas en todo el territorio santafesino.

“El aumento en el número de armas secuestradas (un 30% más en relación al año 2021 en el segundo semestre) va a posibilitar ir bajando los niveles de violencia letal. De hecho, el indicador de presencia de armas de fuego muestra una tendencia a la baja de presencia de armas de fuego en la calle, tanto en Santa Fe como en Rosario”, detalló el secretario de Política y Gestión de la Información, Jorge Fernández.

Las autoridades de la cartera de seguridad indicaron que estos procedimientos se realizaron «siguiendo los mapas delictivos» y en conjunto con municipios y comunas, las distintas direcciones que componen la policía provincial y las fuerzas federales.

Los mapas delictivos -indicaron desde el Gobierno- se confeccionan de acuerdo a incidencias en el 911, denuncias en comisarías y los Centros Territoriales de Denuncia, y los datos que surgen de las Mesas de Seguridad Local con los distintos municipios y comunas. A partir de allí, las informaciones son sistematizadas por el Observatorio de Seguridad Pública y georreferenciadas, lo que permite «la disposición más eficiente de recursos policiales para la prevención e investigación de los delitos».

Al respecto, Fernández planteó que «en cuanto a estrategias de seguridad, se realiza un análisis pormenorizado de la realidad en cada localidad y, desde allí, se planifican los dispositivos».

En esa línea, destacó el trabajo de prevención de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en la ciudad de Santa Fe, que “permitió desarticular algunas organizaciones que generaban mucha violencia», algo que permite hacer un trabajo posterior que se desarrolla «con mayor eficiencia».

«Mientras que en Rosario -señaló-, si bien hay una estrategia clásica de prevención, es muy importante la estrategia de persecución penal para desarticular y debilitar a las organizaciones criminales, hecho que produce una atomización y una búsqueda de nuevos liderazgos, y esto genera algunos años con mayores índices de violencia como el 2022. Lo cual no implica que las organizaciones criminales estén más fortalecidas».

Por último, Fernández aseguró que continuarán con los trabajos para fortalecer la prevención y «hacer mucho más eficiente la persecución penal y las tareas de investigación, en relación a lo que corresponde a los actores provinciales, que son el Poder Judicial, el MPA y la Agencia de Investigación Criminal».

«Ahí también hay un desafío muy importante: fortalecer las instancias de investigación del nivel federal», concluyó el funcionario santafesino.