Foto: Twitter @GBelluati

«No tengo nada que ocultar. Trabajé toda mi vida en servicios públicos, en colectivos, en ambulancias, taxis y esto me afecta”, con estas palabras, Gustavo, se defendió, en las puertas del Centro de Justicia Penal, ante los periodistas de la acusación que pesa sobre él: intentar secuestrar a una pasajera. Luego ingresó para poner su teléfono a disposición de la Justicia para que realicen los peritajes necesarios.

Todo comenzó en la madrugada del lunes cuando Sofía subió a un taxi para volver a su casa. alrededor de la una de la madrugada. De acuerdo al relato que hizo en su cuenta de Instagram, y que rápidamente se viralizó, el taxista comenzó a intercambiar audios con otro hombre en relación a un pedido de comida. Según contó la joven, en principio se sorprendió ya que era una hora extraña para pedir comida, y luego, cuando el intercambio de audios continuó, los detalles específicos que ambos se daban, la hizo pensar que se trataba de una conversación en clave y que estaban hablando de ella.

«Le di mi dirección y le dije que doblara en Entre Ríos. Y ahí empezó a hablar con un tipo sobre una pizza con determinados ingredientes. Le dice que si no tenía esos ingredientes específicos, quería un carlitos, con todos los detalles, si no tenía carlitos, quería una medialuna con jamón y queso y que el queso tenía que ser especial».

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Según el relato que hizo en su cuenta de Instagram, entre lágrimas, Sofía le escribió a una amiga a quien le dijo que le iba a avisar cuando llegaba y escuchó que el último pedido del hombre que hablaba con el chofer era un «choripan con mayonesa». «Una descripción de comida demasiado justa», señaló Sofía.

La interpretación de la joven es que todas las referencias del diálogo que estaba teniendo el conductor eran sobre ella y temió ser víctima de un secuestro, por lo que en 27 de Febrero y Entre Ríos decidió bajar del taxi, aprovechó el semáforo para decirle que se quería bajar, le dio el dinero y se cruzó para pedir ayuda, mientras el taxista quedó parado en la esquina hablando por whatsapp.

«Pensé que estaba avisando que me iba y empecé a frenar autos pidiendole a Dios y al universo que no fueran cómplices del taxista», contó con gran angustia. «Frenaron tres chicos que me salvaron la vida, porque confiaron en que yo no era alguien que los estaba engañando».

El lunes por la tarde, la joven denunció lo ocurrido en el Centro Territorial de Denuncias de calle Montevideo 1968.

La denuncia de Sofía quedó a cargo de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual donde se evaluará si lo denunciado constituye un delito.

La versión del taxista y su familia

Una vez que se viralizaron los posteos de Sofía y de que la joven realizara la denuncia, Gustavo, el conductor de 53 años, contestó a las acusaciones hechas por la joven y contó que estaba hablando con sus hijos, con quienes iba a comer.

«Es la primera vez que me pasa esto», relató a distintos medios de prensa antes de presentarse a la Fiscalía para entregar su teléfono. «Estaba hablando con mi hijo y mi hija porque en media hora iba a ir a buscar la pizza para comer juntos», dijo, y agregó: «Cuando le dejé a ella fui a la pizzería. Está todo registrado en el GPS».

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Si bien el hombre dijo entender el miedo que embargó a la joven, por las situaciones de violencia e inseguridad que se viven a diario, pidió que lo entiendan a él. «No soy un secuestrador ni un pedófilo como están diciendo», se defendió en diálogo con El Tres TV,. «Yo doy la cara, no tengo problema, no tengo de qué esconderme, soy un laburante». «Hay muchos peligros en la calle y muchas situaciones de inseguridad. Nosotros también estamos expuestos a eso. Pero que no me escrache como lo hizo porque es la herramienta de trabajo de toda mi vida», argumentó.

Por su parte, Sabrina, hija de Gustavo, decidió difundir los audios en cuestión, un intercambio de mensajes entre su padre y su hermano.

La joven dijo comprender ese miedo, porque también es joven y pueden pasar situaciones como las que Sabrina denunció, pero aseguró que su papá sólo intercambiaba mensajes con el hermano sobre lo que iban a comer un rato después.

Finalmente, este martes, después del mediodía, el conductor acusado se presentó junto a su abogado defensor y entregó su teléfono en la Fiscalía para que sea peritado. Además, aportó los audios de la conversación completa. Otro elemento aportado por el chofer fue el GPS del taxi que manejaba, y que debía ser peritado por orden del fiscal Ramiro González Raggio.

En tanto, el fiscal citó a la denunciante para prestar declaración y solicitó constatar los locales de comidas mencionados por el taxista. Además, se solicitó el relevamiento de las cámaras de seguridad de los locales comerciales y de las cámaras del 911.