El Gobierno de Chaco apartó de sus funciones a los policías que participaron de la agresión a miembros de la comunidad Qom el domingo por la madrugada en la localidad de Fontana.

«Queremos decirles que no vamos a tolerar la impunidad. No vamos a tolerar que estos hechos pasen desapercibidos ni que vuelvan a ocurrir. Seguimos trabajando para el esclarecimiento de los hechos y la garantía de justicia», aseguró la ministra de Seguridad y Justicia, Gloria Zalazar.

Acompañada por el jefe de la policía de Chaco, Fernando Romero, Zalazar brindó una conferencia de prensa en la que anunció que el gobernador Jorge Capitanich dispuso el «inmediato apartamiento de sus funciones de los agentes responsables de ejercer violencia policial» contra una familia en el barrio Banderas Argentinas de la localidad de Fontana.

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El hecho se produjo en horas de la madrugada del domingo, cuando efectivos policiales de la comisaría tercera irrumpieron en una vivienda y, entre golpes, detuvieron y trasladaron a cuatro personas -dos mujeres y dos varones- y agredieron a otra mujer que estaba en la vivienda.

Y agregó: «Repudiamos este accionar ilegal, violento y arbitrario, de integrantes de la policía que nada tienen que ver con el compromiso que lleva adelante el gobierno y la policía misma con el estado de derecho y las garantías de los derechos humanos, así como también repudiamos todo tipo de violencia».

En el caso, interviene el Órgano de Control Institucional (OCI) de la policía, junto a la Fiscalía de Derechos Humanos.