Diego Loscalzo, sindicado como autor del crimen de seis personas en el distrito bonaerense de Hurlingham, se negó esta mañana a declarar ante la fiscal Paula Hondeville, en los Tribunales de Morón y continuará detenido.

Bajo el patrocinio de un defensor oficial, el abogado Fernando Rivero, Loscalzo se abstuvo a declarar ante la fiscal que lo acusa por cinco homicidios y tres homicidios en grado de tentativa.

El acusado fue llevado en un auto particular con doble custodia desde la comisaría en la que pasó la noche, situada en el distrito de Merlo, y fue ingresado a la sede judicial por una puerta trasera pocos minutos antes de las 9.

El hombre de 35 años es sindicado como el responsable del crimen de su pareja, dos cuñados un concuñado, y su suegra. También, durante el episodio ocurrido el domingo pasado, murió un bebé que llevaba en su vientre una concuñada del homicida, que recibió tres disparos y tenía fecha para concebir al día siguiente.

La fiscal Hondeville, en rueda de prensa, dijo que «Loscalzo se negó a declarar por consejo del defensor oficial, que leyó el expediente».

Además, la fiscal, señaló que se le leyó «las imputaciones y los elementos probatorios que hay».

Hondeville confirmó que Loscalzo fue imputado por los delitos de homicidio agravado por relación de pareja previa en el caso del crimen de su novia, Romina Gamuna, por homicidio agravado por el uso de arma de fuego de cuatro de las otras víctimas fatales, y de tres tentativas de homicidio agravado por la misma causa.

También indicó que no se contempló en la acusación la muerte del bebé a punto de nacer porque se deben «completar pericias médicas».

Por otro lado existe una imputación por el robo del arma reglamentaria de Romina Gamuna, quien prestaba servicios como policía en el Comando de Patrullas de San Isidro.

En tanto, en medio del dolor de familiares y amigos, fueron inhumados los restos de cinco de las víctimas de la masacre. Los cuerpos de Romina Macuna, quien era pareja de Loscalzo; su madre, Juana Paiva; sus hermanos Vanesa y José, y su cuñado Darío Díaz fueron inhumados en la sala velatoria Lizardo, situada en Hurlingham.

A media mañana, en un extenso cortejo fúnebre, los féretros fueron llevados al Cementerio Parque de Ituzaingo, donde fueron inhumados.

Por otro lado, la inhumación del bebé que murió por los disparos que impactaron en el vientre de su madre, Mónica Lloret, se demoró por pedido de la madre, quien permanecía aún internada
en grave estado en el Hospital Posadas, donde también está alojada su hija de once años, fuera de peligro, al igual que Cinthia López Gotta, una vecina que también fue baleada durante el feroz ataque.