El pasado lunes, en la zona sur de la ciudad fueron asesinadas a tiros dos jóvenes mujeres que se movilizaban en moto. El crimen fue cometido desde otro rodado similar, cuando dos hombres les dispararon varias veces. Este jueves, en la audiencia en la que fueron imputados los presuntos responsables, se reveló que los plomos que acabaron con las vidas de las chicas iban dirigidos a otra persona, nada menos que a una amiga, y dueña de la moto, de la joven que manejaba.

De acuerdo a lo ventilado en la audiencia imputativa, las víctimas, Julieta Gaitán (23) y Dalma García (19), que fueron acribilladas a balazos en inmediaciones de Presidente Quintana al 2900, habían estado toda la noche en una reunión de amigos que se extendió varias horas. En ese marco, las chicas salieron a comprar algunos dulces a un kiosco cercano, y para ello, usaron la moto, la campera y el casco de una de las amigas. Esa fue la sentencia de muerte, ya que es lo que provocó la confusión de los tiradores, que las siguieron en una Honda Wave desde que salieron de la casa.

El fiscal Patricio Saldutti imputo a los presuntos rautores materiales, identificados como Juan Eduardo M.(35 años) y César Omar Á. (33). Y especificó, en conferencia de prensa, que esa noche, efectivos del Comando Radioeléctrico, tras escuchar los disparos,  pudieron detener a los dos sospechosos, a pocos metros del lugar, con un arma de fuego.

«Las pericias balísticas confirmaron que el arma que se les secuestró es la misma que se utilizó en el crimen. A su vez, las vistas fotográficas y los videos reclectados por la Fiscalía, confirman por la vestimenta y por las características de la moto, que los detenidos son los autores», detalló Salduttti. «Ayer se le imputó a estas 2 personas la figura de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, más la portación del arma de fuego, más la tenencia de una serie de estupefacientes que tenían en su poder , y si bien la hipótesis principal de trabajo es la de femicidio en contexto de criminalidad organizada, no imputamos esa figura porque todavía no tenemos elementos, pero lo seguimos manteniendo como hipótesis de investigación». 

Si bien la investigación aún está en sus primeras etapas, el fiscal Saldutti aventuró que, por lo que se ha podido reconstruir, el blanco de las balas no eran estas dos jóvenes, que, al parecer, no tenían ningún tipo de conflictos. «Al parecer, el hecho habría estado dirigido a una tercera persona, que sería la dueña de la motocicleta en la cual circulaban estas chicas». Además, el funcionario especificó que también le había prestado el casco y la campera, lo cual, fortalece la hipótesis de que fue un crimen por error.

Por el momento, la investigación trata de establecer si los gatilleros están relacionados con alguna organización criminal y si la dueña de la ropa, el casco y la moto tiene algún vínculo de ese tipo. Hasta ahora, nada de eso se ha podido controlar.

En tanto, ambos imputados quedaron detenidos en prisión preventiva por el plazo estipulado por la ley mientras la investigación avanza. Así lo dispuso el juez de Gararnías Hernán Postma.

El crimen tuvo lugar en la noche del domingo, cuando las chicas iban, en moto, a comprar golosinas y bebidas a un kiosco cercano. En esa instancia, fueron perseguidas por los sospechosos en otra moto, desde Dorrego y Presidente Quintana, hasta que se le pusieron a la par y les dispararon. Una de ellas, Julieta Gaitán, recibió cinco plomos y la otra, Dalma García, tres. En el lugar se recogieron las 8 vainas servidas.