Un juez de garantías dictó la prisión preventiva del hombre acusado por el triple homicidio de su hermano en 2019, de su hija de 10 años en 2021 y de su madre en abril de este año, quienes murieron mientras estaban internados en hospitales de la ciudad bonaerense de San Nicolás, informaron fuentes judiciales.

La decisión fue tomada por el juez de San Nicolás, Román Parodi, al convalidar el pedido formulado por la fiscal María Belén Baños respecto al procesamiento de Pablo Damián G. de 42 años. Fuentes judiciales informaron que el magistrado consideró claves las declaraciones de testigos y el análisis de la computadora del imputado, donde se detectó que buscó en Google “qué pasa si inyecto aire en las venas» o “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”, entre otras cuestiones.

El hombre quedó procesado con prisión preventiva por los delitos de «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía» en perjuicio de su madre y de su hija, mientras que por el fallecimiento de su hermano Gabriel, de 32 años, lo hizo con la calificación legal de “homicidio agravado por alevosía».

Además, la fiscal le endilgó el delito de «daño» debido a que un testigo declaró que dos días después de la muerte del hermano vio cuando el imputado mató al perro de la víctima al darle una inyección.

El acusado había desmentido en su declaración indagatoria los testimonios de algunos enfermeros de los hospitales en los que estaban internados sus familiares y justificó el historial de sus búsquedas en internet, en las cuales consultaba por información sobre “qué pasa si inyecto aire en las venas» y de “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”, diciendo que las realizó con intención de suicidarse.

El imputado comenzó a ser investigado el 23 de abril pasado tras la muerte de su madre Teresita Di Martino, de 61 años, quien fue llevada por su hijo descompuesta al Hospital San Felipe de San Nicolás, donde refirió sentirse mareada y angustiada por la muerte de otro hijo y de su nieta, ocurridos tiempo atrás.

Tras realizarle los estudios correspondientes, los médicos constataron que estaba recuperada, por lo que planeaban darle el alta, aunque mientras permanecía internada en el box 3 de ese centro asistencial, al cuidado de su hijo, éste manifestó que el suero «perdía».

La enfermera de turno constató que estaba pinchado, atravesado de lado a lado, y observó que el hombre tenía sus prendas de vestir mojadas, de acuerdo a lo que consta en la causa. Fuentes judiciales agregaron que, una hora y media después, el imputado de tres homicidios volvió a llamar a los enfermeros, quienes constataron que Di Martino había muerto.

«Luego se determinó que el nuevo suero que había colocado la enfermera también se encontraba pinchado, esta vez con un solo orificio en la manguera, y se halló en el mismo box donde se encontraba la paciente una ampolla de diazepam abierta, la cual no había sido prescripta para ningún paciente ese día», según se informó en un comunicado judicial.

Mientras se investigaba este episodio, surgió en base a testimonios de conocidos y vecinos que un hermano del imputado, de nombre Germán, que tenía 32 años y era deportista y guardavidas, había fallecido en circunstancias similares, al igual que su hija Ailén, de 10 años, quien padecía un retraso madurativo.

Ante esa situación, la fiscal ordenó investigar e imputarle las tres muertes y ordenó exhumar el pasado 3 de mayo el cuerpo de la niña para una autopsia, la cual todavía no arrojó resultados.