Un hombre de 55 años apodado «El Carnicero», quien era buscado por Interpol por el crimen del empresario español Roberto Fernández Montes, cometido en 2017 en el barrio porteño de Caballito, fue detenido este martes en Paraguay.

Se trata del paraguayo Pedro Ramón Fernández Torres, quien fue apresado en un operativo conjunto realizado este mediodía por personal de Interpol del vecino país y de la División de Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal Argentina (PFA).

Según otras fuentes citadas por el diario local ABC, la captura se concretó en la ciudad de Concepción, unos 400 kilómetros al norte de Asunción, donde el sospechoso trabajaba justamente como carnicero, mismo empleo que había tenido en la Argentina.

De acuerdo con esos voceros, el detenido será trasladado primero a la capital guaraní, donde luego comenzará el proceso de extradición a la Argentina.

Por su parte, Matías Morla, abogado de la hija de la víctima, dijo esta tarde en un comunicado de prensa que la defensa logró llegar hasta Interpol y que «se activen las alertas para poder capturar a este asesino.»

«Gracias a estas alertas y a la insistencia es que ahora las hijas de Roberto van a poder tener la Justicia que merecen. Ya logramos la prisión perpetua para el exyerno de Fernández pero ahora podemos cerrar el círculo y que descanse en paz», dijo Morla.

Y agregó: «Desde el primer día les prometí a las hijas que lo íbamos a atrapar y ahora cumplimos».

Uno de los más buscadoa

«El Carnicero» figuraba tanto en la lista de personas buscadas de Interpol como del Registro Nacional de Reincidencia de la Argentina, mientras que el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecía una recompensa de 500 mil pesos para dar con su paradero.

Por el crimen de Fernández Montes (67) ya había sido condenado en diciembre de 2017 el yerno de la víctima, Santiago Corona (40), quien, al igual que Fernández Torres, quedó grabado por cámaras de seguridad bajando el cadáver por el ascensor del edificio donde residía el empresario.

En tanto, el yerno siempre aseguró ser inocente, aunque el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 porteño lo sentenció como coautor del delito de «homicidio agravado por alevosía».

Para los investigadores, el móvil del crimen fue económico, ya que cuando estuvo al frente de la empresa de su suegro, «Minivial», de construcción, Corona lo estafó y provocó un perjuicio económico millonario, lo que llevó a que a mediados de mayo de 2016, Fernández Montes lo separara de la compañía y le pidiera la restitución de las llaves de su casa.

Además, la existencia de una carpeta con documentos que acreditaban la estafa originó una serie de amenazas de Corona a la víctima.

El crimen

Fernández Montes (67), nacido en España, fue visto con vida por última vez el 21 de enero de 2017, cuando salió de su casa para ir a su trabajo y regresó al mediodía.

El condenado y «El Carnicero» fueron descubiertos a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio, en las que se observa cómo Fernández Torres ingresó al edificio a las 9.04 y esperó tres horas la llegada del empresario.

Corona fue captado por las cámaras ingresando al mismo lugar a las 12.54, y a las 13.45 se ve a los dos sospechosos saliendo del ascensor con el cuerpo envuelto en sábanas y cargándolo hasta el baúl del auto que usaba la víctima, un Suzuki Fun negro, con el que escaparon.

El auto apareció incendiado en Esteban Echeverría, mientras que el cadáver calcinado fue hallado al día siguiente en Cañuelas.

Debido al estado de los restos carbonizados, se efectuó en febrero una reautopsia pero en esta operación los expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF) nunca pudieron determinar con certeza la mecánica del crimen.