Dos hermanitos argentinos fueron descuartizados durante un ritual de magia negra en Brasil.

Lo confirmó la policía de Novo Hamburgo, una ciudad del estado de Río Grande quien aseguró que la niña y el niño de entre 7 y 12 años, fueron abusados, atados en pedestales, cortados, decapitados y desmembrados.

Además indicaron que los participantes del macabro hecho bebieron su sangre y comieron su carne.

Los exámenes de ADN confirmaron que eran hermanos, pero hijos de padres diferentes. El niño tenía entre 8 y 10 años, y la niña, entre 10 y 12 años.

Los hermanitos no figuran en los bancos de datos de Brasil. Según las primeras informaciones, los chiquitos serían de Misiones o Corrientes y habrían sido intercambiados probablemente por traficantes.

Además encontraron el cuerpo de una mujer, y los investigadores creen que podría tratarse de la madre de los niños. El cuerpo yacía enterrado en el lugar.

El director regional de Policía del Valle del Sinos, Rosalino Seara, informó a la prensa local que encontraron un templo donde había la imagen de un demonio y un cráneo dentro de una cuenca con sangre.

Los oficiales aún están en la busca de los cráneos de las víctimas, que no estaban junto a los cuerpos.

Quedaron detenidos el líder de un templo satánico y dos de sus seguidores. Se encontraban en una residencia del área metropolitana de Porto Alegre.

En tanto que otras tres personas permanecen prófugas, entre ellas, un argentino que entregó a los menores.