Más de 30 personas fueron detenidas en 35 allanamientos ordenados por un juez federal en la localidad santafesina de Venado Tuerto en una investigación por comercio de drogas que tiene como presunto jefe de la banda a un hombre condenado y a su novia, una mujer ligada a “Los Monos” que cumple una pena de 20 años por organizar balaceras a edificios judiciales.

Los allanamientos, ordenados por el juez federal de Venado Tuerto, Aurelio Cuello Murúa, se realizaron en esa ciudad del sudoeste santafesino, en Rosario y en Córdoba -donde la banda se proveía de estupefacientes-, además de requisas en siete unidades penitenciarias, informaron hoy fuentes judiciales.

De las 31 personas involucradas en el caso, que investiga el fiscal Javier Arzubi Calvo, 15 cumplen condenas o están detenidas en diferentes cárceles del país, añadieron los informantes.

En los procedimientos se secuestraron drogas, armas, gran cantidad de municiones, dos máquinas contar billetes y casi 4 millones de pesos, añadieron fuentes policiales.

Según la investigación, iniciada el año pasado, el líder de la banda que comercia estupefacientes en el sudoeste de la provincia de Santa Fe sería Mauro Nahuel Novelino, que entonces estaba detenido en una cárcel federal de Salta.

Un preso de alto perfil

Novelino cumple ahora una condena por narcotráfico en el penal de Rawson, tiene un antecedente penal por robo y cuatro causas abiertas por infracción a la ley de drogas, detallaron voceros judiciales.

Otras de las señaladas como cabeza de la banda es Lucía Uberti, una mujer que cumple una condena a 20 años de prisión por balaceras a edificios judiciales de la ciudad de Rosario, en la misma causa por la que fue condenado el jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero.

Según los voceros, Uberti estuvo en pareja con Novelino, relación que quedó registrada en uno de los 10 teléfonos que le secuestraron al narco.

De la intensidad del vínculo a distancia, entre los penales en los que ambos estaban detenidos, dan cuenta las 5.200 páginas de transcripción de los chats que realizó la Justicia Federal.

Ambos, además, tenían un local de indumentaria en calle Paraguay al 2600 de Rosario, al que habían dotado de cámaras de videovigilancia que controlaban con teléfonos celulares desde las cárceles.

Según voceros del caso, a ese local se acercaban los compradores de drogas a realizar pagos.

Entre los lugares allanados por la Policía hubo otro local de ropa, ubicado en el centro de Venado Tuerto.

Fuentes de la investigación indicaron que quien administraría ese comercio es una de las detenidas, Carla R., actual pareja de Novelino.

Según los voceros, la mujer visita semanalmente a su novio en el penal de Rawson y publica fotografías de los viajes en avión que realiza a la capital de la provincia de Chubut.

La investigación del fiscal Arzubi Calvo determinó que Novelino se proveía de buena parte de los estupefacientes que comercializaba en la ciudad de Córdoba, a través de un policía jubilado que era el nexo con una mujer, identificada como Ingrid F., quien le vendía cocaína y precursores químicos.

Esa mujer fue condenada por el tráfico de 300 kilos de marihuana, añadieron fuentes de la investigación, quienes señalaron que el “negocio” quedó desde entonces en manos de un hijo.