Una vecina del barrio Centenario de la ciudad de Santa Fe denunció a su cuñado por narcotraficante y aseguró que desde entonces tanto ella como su esposo e hijos son víctimas de amenazas, golpes e incluso tiroteos, por lo que resolvieron vender su casa y marcharse del lugar.

Claudia Suárez afirmó que su vida se convirtió en un infierno tras una serie de denuncias que presentó contra un hombre conocido como «El Tuerto», a quien acusa de integrar un banda de narcos y señalarlo como «dueño y amo» de ese territorio, donde presuntamente vende drogas y aterroriza a los vecinos.

«Todo comenzó el 5 de enero cuando comencé a denunciarlo. Desde ahí me agrede todos los días, pero yo igual continúo. Ya llevo acumulada 20 denuncias», señaló la mujer en declaraciones a Cadena 3.

Al dar más precisiones sobre los hechos, explicó: «Nos ataca él, su mujer y toda su banda. Es mi cuñado. Lo peor es que toda mi familia está en mi contra y lo defiende porque él los mantiene».

«Todos quieren que me calle. Yo siempre lo hice por miedo, hasta el día en que se metieron con mis hijos», indicó.

Asimismo, aseguró: «Han entrado muchas veces a mi casa y la balearon».

«Tengo los impactos de las balas en las paredes como pruebas, me atacaron a mí y a mis hijos. Los apuntaron en la cabeza y a mí en la panza», puntualizó.

Mencionó que a ella la agredieron «a ladrillazos» y que a su nene, de nueve años, «le pegaron en la espalda».

«A otro de mis hijos le cortaron el dedo del pie con una botella de vidrio, y el otro recibió una pedrada en la cabeza y un corte en la pierna», señaló.

La mujer denunció que tanto ella como su marido no pueden salir a trabajar porque los siguen. «Yo tenía dos trabajos en geriátricos que los perdí por faltas, por no poder ir. Y a mi esposo le pegaron un palazo en la mano, se la quebraron y tampoco podemos ir al hospital», dijo.

Según ella, la intención de su cuñado es que «abandonen el lugar» porque «se quiere quedar con la casa», para luego agregar: «Este narco vivía detrás».

«Ayer vendí mi casa por 30 mil pesos, ahora quiero vivir tranquila en un terreno lejos del barrio», comentó.

A pesar de haber dejado la vivienda e irse a vivir a lo de su prima, los inconvenientes continúan.

«Tirotearon dos veces ya la casa de mi prima, y mis mis hijos lloran todo el día. Quieren volver a mi casa, me pregunta por qué no volvemos», indicó.

Suárez aseguró que se siente desamparada y criticó el accionar de la Policía y la Justicia por la poca seguridad que le dan.

«En este momento me estoy cuidando sola y con la familia de mi marido. La Policía nunca llega, prometen custodia pero finalmente no dan respuestas», dijo.

Se quejó de que «no hay control de nada» y afirmó: «La Policía Comunitaria que siempre anda en el barrio dice que no puede hacer más que separar a vecinos si se pelean».

«Aún no di cara a cara con un fiscal, las veces que pedí me dijeron que estaban de licencias, que no podían. Este sábado recién fueron peritos a constatar los tiros, las ventanas y las cosas rotas que tengo», manifestó.

Por último, mencionó: «He ido hasta Derechos Humanos, hasta que tuve que meterme en los medios para que me escucharan».