Este viernes se presentó a declarar como testigo quien fuera hasta este viernes jefe operativo de la Policía de Santa Fe, Víctor Sarnaglia, en el marco de una causa que investiga juego clandestino con la que se vincula a personal policial e incluso por la cual ya hay dos fiscales con prisión preventiva.

“Tenemos que comprobar que el no haya hablado con los policías involucrados, que es lo que tenemos definir a través del análisis de los teléfonos de estos policías que lo tenemos secuestrados”, sostuvo el fiscal Matías Edery, uno de quienes lleva adelante la investigación.

Sarnaglia pidió licencia para defenderse a raíz de la citación que recibió días atrás, para prestar declaración testimonial en la causa por extorsiones y juego clandestino que puso en vilo al Ministerio Público de la Acusación, en Rosario, y a diversos estamentos de la policía provincial.

Sin brindar mayores explicaciones, el jefe policial solo adujo que presentó un pedido de licencia “para defenderse” de las supuestas sospechas.

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¿Cuáles son esas sospechas? Las mismas aparecen con una referencia a un tal «Sarna», en la documentación secuestrada en los allanamientos a Leonardo Peiti, el «empresario» de juego clandestino y su secretaria. En ese documento, que registra el reparto del dinero que debía pagarse mensualmente por cada garito, se detalla un monto de $10.000 por mes que estarían destinados a Sarna.

“El manifiesta que no tiene contacto fluido con esas personas, que no conoce el juego y lo que las personas implicadas manifiestan. Nos resta verificar si tuvo contacto o no con estos policías para poder definir si situación procesal en la causa”, precisó Edery.

El fiscal aclaró que el jefe policial, en su cargo desde diciembre con la asunción del gobernador Omar Perotti, acudió a declarar en calidad de “testigo” por lo que no está implicado en la causa de otro modo aún.

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Dos de los fiscales que investigan la red de juego clandestino, Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. Foto: Archivo.

“Nosotros lo único que tenemos es el teléfono de Torrisi, de uno de los policías que esta investigado. Él está pidiendo el teléfono de Sarnaglia a otros policías, entonces queremos saber si Torrisi efectivamente se había comunicado con él y Sarnaglia nos dijo que no”, apuntó el funcionario tras la audiencia en el Centro de Justicia Penal.

Lo que sigue, según precisó, es “comprobar que el no haya hablado con los policías involucrados” lo cual definirán “a través del análisis de los teléfonos de estos policías” los cuales fueron secuestrados.

Respecto a lo que esgrime Sarnaglia “tanto en distintos medios de comunicación como en audios que se filtraron”, Edery reveló que este viernes en su declaración “se hizo alusión a la posibilidad de algo armado en su contra, así que parte de la declaración de hoy, tuvo que ver con eso”.

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Por último, el fiscal aseguró que le informaron al jefe policial, que “era prácticamente imposible que alguien haya insertado su nombre en el papel, porque esto es una foto que obtuvimos de un back up de un teléfono, que había sido de una persona que se lo había dado a otra y que obtuvimos en un allanamiento; la foto es del mes de junio”.

Y concluyó: “En ese marco, el hizo mención a que podría ser una operación que le hicieron desde algún lugar del periodismo”.