La Justicia rosarina dará a conocer mañana la sentencia en el juicio a Luis Marcelo Escobar, un locutor acusado de hacerse pasar por policía para cometer 18 abusos sexuales contra mujeres entre 2014 y 2016, para quien la fiscalía reclamó una condena de 50 años de prisión.

Así lo señalaron hoy fuentes judiciales al precisar que la decisión de los jueces María Isabel Varela, Irma Bilotta y Mariano Alliau se conocerá mañana, a partir de las 13, en los tribunales rosarinos.
En la última audiencia del juicio, realizada el 28 de febrero, Escobar (42) pidió perdón «a las víctimas y a sus familias» y reveló que cuando tenía 10 diez años fue abusado por dos hombres, lo que su defensa pidió que sea tomado como un atenuante al momento de la sentencia.

En sus últimas palabras ante el tribunal, el acusado aseguró que su psicóloga lo «convenció» de «sacar» lo que tenía adentro para liberarse y explicó que cree que entre el 2014 y 2016 «algo» le «pasó» para hacer lo que hizo.

«Necesito pedir perdón a las víctimas, a los familiares, a mis hijos y a mi familia por algo que quizás hice sin conocimiento por lo que me pasó cuando era chico», sostuvo al autoinculparse.
Antes de la palabras del acusado, al alegar ante el tribunal, la fiscal Carla Cerliani reiteró el pedido de pena de 50 años de prisión que había adelantado cuando comenzó el proceso.

Para la representante del Ministerio Público Fiscal, Escobar debe pagar por 12 hechos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma, por cuatro casos de abuso sexual simple y por dos de abuso sexual en grado de tentativa.

>Te puede interesar: Acusan por 18 violaciones a un hombre que se hacía pasar por policía

Cerliani dio por probado que el acusado fue el autor material de «los hechos aberrantes» relatados por las víctimas y sus familiares y también responsable de las «secuelas» que les dejó a sus 18 víctimas, de entre 14 y 25 años.

«Todas lo reconocieron en las ruedas de reconocimientos, hasta el punto de que una de ellas sostuvo que el hombre que la abusó ‘era ese gordo asqueroso que me levantó en el auto'», alegó la fiscal.
Además, consideró «clave» el dato aportado por la última de sus víctimas, de 14 años, que el 16 de agosto de 2016 a la salida del colegio fue engañada y violada en un descampado.

«Fue clave porque pudo identificar el auto, un Fiat Duna, y la patente y así se logró en Rosario su detención cuando se desplazaba en el mismo vehículo junto a su mujer y tres de sus hijos menores», describió la fiscal.

En esa línea argumental resaltó que «todas las chicas coincidieron en el relato del ardid que usaba Escobar para engañarlas haciéndose pasar por policía de civil y que con el excusa de llevarlas a la comisaría para una requisa las conducía a un descampado, donde bajo amenaza, usando un arma de fuego, las violaba».

«A todas, luego de abusarlas, las abandonaba y les prohibía que se dieran vuelta, pero uno de ellas lo hizo, se dio vuelta, y eso fue clave porque esta víctima. que estuvo internada varios días en el hospital pediátrico de Rosario, describió el auto y proporcionó la patente», subrayó.

Por su parte, la defensora oficial, Luisa Cañabate, le pidió al Tribunal que tenga en cuenta como atenuante el relato del acusado sobre el abuso sexual que sufrió en su infancia.

>Te puede interesar: El acusado de 18 violaciones pidió “perdón”

El juicio tuvo cerca de 200 testigos convocados por las partes, entre las víctimas, familiares, policías y peritos.

Una de las jóvenes abusadas relató su calvario ante el tribunal y explicó que se presentó a declarar para que el acusado «no lastime más a nadie».

«Empecé a perder el miedo cuando supe que ese tipo estaba preso», dijo la joven, que fue la única de las 18 víctimas que optó por dar su testimonio ante el acusado, ya que otras 11, «por miedo», lo hicieron sin la presencia del agresor y otras cinco lo en cámara Gesell por ser menores.

«Quise venir a verle la cara porque creo eso me dará la fuerza que necesito para volver a contar lo que me hizo y para que no lastime más a nadie», aseguró hoy la víctima, mientras el acusado mantenía su mirada al piso.

Según narró, el abuso fue cometido el 8 de octubre de 2014, alrededor de las 16.30, luego de bajarse de un colectivo en la calle Paraná y Córdoba, en Rosario. Allí fue interceptada por el agresor que se identificó como policía de la División Drogas Peligrosas, quien la abordó diciéndole: «Ey, flaca, estamos buscando a una chica por drogas de tus similares características y vestida como vos».

Con ese ardid, el falso policía la hizo subir a un auto color azul con vidrios polarizados con el pretexto de que la llevaría a la comisaría para identificarla, aunque la trasladó hasta un descampado y abusó sexualmente de ella bajo amenazas con un arma. «No, mil veces le dije no, que no lo haga», recordó la joven llorando.