Este viernes por la mañana, el adolescente de 15 años sospechado de ser el autor material del crimen de Bruno Bussanich, el joven de 25 años asesinado a sangre fría en la estación de servicio Puma de Mendoza al 7600, fue trasladado a los Tribunales Provinciales para ser puesto a disposición de la Justicia de Menores.
El sospechoso había sido arrestado en la noche del jueves, tras unos allanamientos realizados en el barrio Fontanarrosa (ex Zona Cero) ordenados por el fiscal Adrián Spelta. Y en la mañana de hoy, se realizó una audiencia en la que se le informó al detenido los hechos que se le imputan.
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El acusado era intensamente buscado desde el pasado 9 de marzo, y las fotos de su rostro, tomadas de la cámara de seguridad de la estación, fueron ampliamente difundidas. A la par, el gobierno de la provincia de Santa Fe ofreció una recompensa de 10 millones de pesoso para las personas que pudieran aportar datos sobre la identidad.
En una conferencia de prensa posterior a la audiencia, en la que también participó el fiscal Matías Merlo -interventor de la Fiscalía Regional II-, Spelta detalló: «Tras una serie de tareas investigativas y con el aporte de testigos que a raíz del ofrecimiento de una recompensa colaboraron con la Fiscalía, se obtuvierondatos que nos permitieron llegar hasta esta persona, menor de edad, que es la que aparece en los videos y que fue quien llevó adelante el ataque al playero en la estación de servicios Puma de Mendoza al 7600».
Spelta afirmó que “las investigaciones apuntaron siempre contra esta persona y gregó que «o que queda por investigar es determinar algún material de los hechos concretamente». «Esto nos indica que hay más personas por detrás y la Fiscalía no va a descansar hasta no dar con ellos”, advirtió Spelta. «Hasta ahora logramos determinar quien fue el autor material y ahora estamos tratando de arribar a los autores intelectuales», remarcó el funcionario judicial al tiempo que reconoció que aún no se encontró el arma utilizada en el homicidio.
Bruno Bussanich, fue ejecutado en la noche del sábado 9 de marzo, cuando se encontraba trabajando. El tirador llegó al lugar y, sin mediar palabra, le gatilló tres veces al joven de 23 años que falleció en el lugar. El crimen se dio en medio de la escalada de violencia desatada en las primeras semanas de marzo y que le costó la vida a otro tres trabajadores, dos taxistas, Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, y Diego Alejandro Celentano, y el chofer de la línea K, Marcos Daiola, de 39 años.
