La ola de conflictos desatada en las cárceles de todo el país a raíz de la pandemia de Coronavirus alcanzó un nuevo punto de tensión en las unidades penitenciarias Nº 1 de Coronda, Nº 11 de Piñero y Nº 3 de Rosario. Los reclusos anunciaron huelga de hambre y paro de actividades laborales. La protesta es en reclamo de una serie de puntos, que se dieron a conocer en un documento, y que se centran sobre todo, en la falta de medidas sanitarias que evite el contagio de coronavirus. 

Los internos enviaron un documento a los jueces de Ejecución Penal, en el que señalan «falta de medidas de cuidado frente a la pandemia de coronavirus» y en el cual detallaron cuatro reclamos y solicitaron la concesión de un encuentro de los delegados con algún magistrado para tratarlos.

El primero de los pedidos refieren a la concesión de arrestos domiciliarios a quienes ya gozaban de salidas transitorias. En segundo lugar solicitan medidas alternativas a la prisión para aquellos internos que están terminando de cumplir sus condenas.

Otro de los pedidos fundamentales es que las autoridades aseguren la integridad física de pacientes de riesgo y personas de edad avanzada que se encuentren alojadas en los penales. Además, remarcan la necesidad de que se distribuya en los penales una «cantidad adecuada» de elementos de limpieza y «seguridad sanitaria» entre ellos, barbijos y guantes.

En el texto señalaron que el pedido está fundamentado en la «grave situación de vulnerabilidad en la que nos encontramos debido a las condiciones del encierro», condiciones que se agravan en el marco de la pandemia. «Esto nos genera muchas incertidumbres, que en la mayoría de los casos se traducen en angustias, que se ven amplificadas por la privación de libertad».

Además del pedido de reunión con los jueces de Ejecución Penal, los internos solicitaron la apertura de una mesa de diálogo en la qu participen las autoridades de diversas instituciones a través de la cual se pueda avanzar con distintos temas.