Ayer a la tarde un hombre se dispuso  a tomar posesión de su nuevo departamento, recién alquilado, en el tercer piso de  calle Gaboto al 900.

Al hacerlo, no menor fue su sorpresa, cuando bajo la mesada de la cocina, se topó con un bolso que contenía un pequeño arsenal. Dentro del mismo, halló cinco armas y gran cantidad de municiones de todo tipo: tres revólveres, uno calibre 44, otro 3,57 y el tercero 22 mm; y dos pistolas, una 9 mm y la otra 6,35.

Inmediatamente el muchacho llamó a la policía y así se supo que  ese mismo departamento fue residencia, durante un tiempo, de familiares de los supuestos asesinos del líder de la banda los Monos, el “Pájaro” Cantero, los hermanos Damario, que actualmente, se encuentran presos.

De hecho, la policía había “visitado” en varias ocasiones esa propiedad cuando  Milton Damario se encontraba prófugo.

Los  hermanos Damario,  fueron  señalados en su momento por Norma Bustos, quien llevaba varios años denunciando las bandas narcos que asolaban La Tablada,  por asesinar a su hijo, Lucas Espina,  en 2013.

El crimen lo cometieron disparando desde un auto. Fueron procesados por la jueza de Instrucción Mónica Lamperti,  por la probable comisión de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en dos casos, ya que dos amigos Lucas también resultaron heridos en ese hecho.

Luego del asesinato de su hijo, Norma tomó la bandera de la lucha contra los narcos y,  en el intento de combatirlas, denuncia tras denuncia,  perdió la batalla, brutalmente asesinada de tres tiros en la puerta de su casa. Por supuesto, que  la hipótesis más fuerte del homicidio fue que estaba  relacionado con la  gente a la que estaba denunciando.

Este último diciembre, el padre de Milton y José Damario, presunto cómplice del “Pollo” Bassi, mientras circulaba en moto en la zona sur de la ciudad, fue emboscado por unos sujetos, también  en motos, que le descerrajaron tres disparos, dándole muerte.

Pero está visto que se siguen entretejiendo los sucesos en la causa de los Damario y los Cantero. Y las armas de calle Gaboto, se inscriben como un nuevo capítulo.