El pediatra y ex jefe de Inmunología y Reumatología del Hospital Garrahan Ricardo Russo fue condenado hoy a la pena de diez años de prisión e inhabilitación profesional perpetua por el delito de producción, tenencia y distribución de pornografía infantil.

La pena fue dictada por el juez Gonzalo Rúa del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 6, quien además revocó la prisión domiciliaria de la que gozaba el médico de 57 años y resolvió que cumpla su condena en una unidad carcelaria.

El juez indicó que durante el debate se pudo determinar que el material secuestrado de las computadoras del ahora condenado «eran de alto contenido de abuso sexual y explotación de menores».

Consideró además que «las imágenes eran grotescas, aberrantes, de mucha violencia» y que «demuestran que en las fotos las niñas eran muy menores de 13 años».

La pena fue dictada en consonancia con el pedido de la fiscal Daniela Dupuy que había solicitado en su alegato la pena de 10 años de prisión e inhabilitación profesional perpetua, y además que cumpla la condena en la cárcel hasta que la sentencia quede firme.

En tanto, Susana Ciruzzi, la abogada que representa al Hospital Garrahan, había pedido 13 años de prisión y también la inhabilitación de por vida para Russo.

«Durante el juicio oral se produjo una innumerable cantidad de pruebas. Fueron cinco audiencias donde las partes pudieron demostrar todas las pruebas y pasaron 39 testigos», comentó el magistrado este miércoles al comienzo de la lectura de su sentencia.

El juez sostuvo que tras la investigación y el debate, se pudo determinar que Russo tenía «un total de 999 archivos de contenido de abuso o explotación sexual infantil que causan un daño directo a la intimidad y a la integridad sexual de los menores».

«No se encontró una finalidad médica y usted no acreditó esa finalidad médica ni científica ni habló de ninguna marca concreta que permitiera la extracción de esas imágenes. Cuando un médico saca una foto por un avance de la medicina tiene que preservar la identidad del paciente», indicó el magistrado en otra parte de la lectura del fallo.

Además Rúa, dirigiéndose al acusado, señaló: «Usted dijo que jamás observó pornografía infantil y yo llego a la conclusión de que eso no es cierto y lo descarto porque usted sabía que bajaba esos archivos, por lo que no es cierto que usted no haya visto esos archivos».

«Tengo acreditado que el 28 de mayo de 2019 en la computadora del Garrahan usted tenía en su poder 100 archivos en los que se ve a niñas menores de 13 años con clara connotación sexual», detalló el juez al hacer referencia al operativo que se realizó el día que el médico quedó detenido.

Durante la lectura del fallo, Rúa explicó que los operativos que derivaron en la detención del médico fueron los denominados Luz de infancia 1, 2 y 3 y que se iniciaron en Estados Unidos y en Brasil.

Por otro lado, el magistrado señaló que en su defensa, el pediatra habló de una enfermedad que tenía una de las gemelas que aparecieron fotografiadas y mencionó que esas fotos eran para un Congreso de Alemania.

Sin embargo, el juez sostuvo «no hubo una explicación concreta y me quedan muchas preguntas si eran para un Congreso, porque no se acreditó tal Congreso y tampoco explicó por qué en las imágenes las gemelas estaban desnudas».

Tras dar a conocer la sentencia, Rúa le dio la palabra a Russo, quien dijo que se sorprendió por la pena e intentó defenderse.

«Su Señoría, estoy sorprendido por las conclusiones a las que ha arribado, especialmente a los puntos de producción, ya que nunca se me preguntó ni se me pidió que aclare los motivos individuales en cada fotografía», dijo el pediatra.

Antes de seguir con su defensa, el juez le dijo que no correspondía hacerlo, ya que para ello tiene los recursos correspondientes en otra instancia judicial, por lo que Russo acató la orden y expresó su deseo de no ir preso, tal como lo solicitó la fiscal Dupuy: «Nunca demostré voluntad de fuga. Siempre me mantuve a derecho desde que se inició la causa. Desearía permanecer en mi domicilio hasta que la condena quede firme».

Tras esas palabras, el juez explicó el por qué hacia lugar al pedido de la fiscal y ordenó que el médico sea trasladado a una cárcel donde cumplirá su condena.

«Ahora la existencia de una condena no firme aumentan los peligros procesales y de fuga sumado a la cantidad de años de la pena y esto se suma que usted no tiene arraigo laboral», finalizó el magistrado.

Tras conocerse la sentencia y en declaraciones a la prensa, la abogada representante del Hospital Garrahan, Susana Ciruzzi, al igual que la fiscal Dupuy, también se mostró conforme con la pena.

«Sentimos que se hizo justicia. Pero estamos de duelo porque no lo pudimos detectar hasta el momento de la detención», sostuvo la letrada.

En tanto, Carlos Kambourian, presidente del Consejo de Administración del Garrahan, comentó que a partir de ahora en la institución se trabajará en protocolos más estrictos.

«Era imposible detectar esto en una institución pública y del tamaño que tiene. Ahora hay que trabajar en protocolos más estrictos y más cuando las cuestiones digitales crecen minuto a minuto», dijo Kambourian, que agregó que esta situación: «no mancha al hospital».