Un cuento del tío sospechoso… Tres delincuentes se hicieron pasar por empleados del correo e ingresaron al departamento 3º B del edificio de 9 de Julio 1769. Allí vive una pareja de ancianos a quienes maniataron y encerraron en una habitación. Los ladrones se alzaron con quince mil pesos, joyas, pertenencias y un arma vieja propiedad del dueño de casa. El dato dudoso es que la puerta del edificio no estaba violentada.

Fuentes policiales informaron a Conclusión que el matrimonio, Lila E. de 81 y José Vaimón de 83, sintieron que golpeaban su puerta y al preguntar quién era les hicieron creer que eran del correo y que traían un paquete para el señor. Al abrir los delincuentes ingresaron, los maniataron y los encerraron en una habitación.

Los ladrones se alzaron con quince mil pesos, joyas, pertenencias del matrimonio y un arma de fuego vieja perteneciente a José.

Cuando los ancianos se percataron que los ladrones habían huido, se desataron y lograron hacer la denuncia. Lo curioso es que al llegar la policía al lugar confirmaron que la puerta de ingreso al edificio no estaba violentada; es decir, que algún vecino les abrió la puerta o contaban con una llave.

Interviene en el caso la comisaría 2ª por cuestiones de jurisdicción.