Foto: Twitter @GBelluati

El 4 de enero de 2018, un hombre atravesó un pasillo de la zona sudoeste, por Garay y la vía, cargando en un carro un bulto, envuelto en una alfombra, al que le prendió fuego tras arrojarlo en un contenedor ubicado en Felipe Moré y Gaboto. Lo que la alfombra ocultaba era el cuerpo de María del Rosario Vera, cuyo cuerpo calcinado y con signos de estrangulamiento fue recogido horas después. El juicio por el brutal femicidio comenzó este viernes por la mañana y son tres los hombres que el fiscal Alejandro Ferlazzo acusó de cometer  homicidio calificado por mediar violencia de género: Néstor Hugo Sánchez, alias Huguito, su primo Alberto Sánchez y Nahuel Segovia. Sin embargo desde la Federación de Organizaciones de Base niegan la culpabilidad de Segovia, el último en ser detenido, aseguran que no hay pruebas contra él y piden que sea liberado.

María del Rosario Vera tenía 23 años y cuatro hijos a su cargo. El crimen que acabó con su vida se dio en un complejo contexto que incluye la venta de estupefacientes y una extrema vulnerabilidad. De acuerdo a la investigación, Néstor Hugo Sánchez, de 48 años, vendía estupefacientes en la misma casa donde fue cometido el homicidio y dio positivo para la preubas de ADN. También un vecino alcanzó a ver el cuerpo de María Rosario en patio de la vivienda. Alberto Sánchez, de 37,  vivía en esa misma casa. En tanto, Nahuel Segovia fue involucrado en el crimen por el propio Néstor Sanchez y reconocido por un testigo.

El fiscal Alejandro Ferlazzo acusó a los tres imputados de haber atacado a María del Rosario en el interior de la vivienda, en la cual el propio «Hugito» admitió que se vendía drogas. con una soga o cordón grueso con dos piedras atadas en sus extremos, con la cual se  «haber realizado tarea de compresión extrínseca por estrangulamiento con la intención de causarle la muerte, provocándole el fallecimiento por estrangulación y sofocación». Según lo expuesto por la acusación, antes del estrangulamiento, la joven fue golpeada en el rostro y en la cabeza y el brutal crimen se cometió con el objetivo de someter sexualmente a la joven, aprovechando su situación de vulnerabilidad.

Una vez perpetrado el femicidio, el cuerpo de la joven fue envuelto en una manta gruesa tipo alfombra y lo llevaron hasta el contenedor de basura donde lo incineraron. El traslado del cádaver fue presenciado por vecinos de la zona que vieron como el bulto era llevado en un carro.

María del Rosario había desaparecido el día anterior al hallazgo del cuerpo, y su cuñada relató que le había enviado un mensaje: «Si no vuelvo antes de las ocho vayan a hacer la denuncia».

Los tres imputados llegaron ante al tribunal conformado por los jueces Rodolfo Zvala, María Isabel Mas Varela y Rafael Coria, acusados de coautores del femicidio. A pesar de ello, Segovia siempre se declaró inocente y su defensor pidió que sea sobreseído.

Pedido por Nahuel Segovia

La escena previa al comienzo del juicio, frente al Centro de Justicia Penal, podría describirse como tensa y fuera de lo común. Por un lado,  los familiares de María del Rosario esperaban el comienzo del proceso oral y pedían justicia, y por otro, un nutrido grupo de militantes de la Federación de Organizaciones de Base pedían la liberación de Nahuel Segovia, ya que sostienen que es inocente y está injustamente acusado.

Nahuel Segovia trabaja en uno de los comedores comunitarios de la FOB. Fue el último de los tres acusados en ser detenido, cuando Néstor Sánchez dijo que había estado presente en el momento del crimen, e imputado por el fiscal Ferlazzo en el mes de marzo. Desde la organización sostienen que es un «perejil» y que su detención es un error de la Justicia en la investigación de un crimen en el que se mezcla «la policía corrupta y los narcos».

A las puertas del Centro de Justicia Penal, Fernanda, sobrina de María del Rosario, dialogó con Conclusión y pidió justicia para su tía. «Queremos que los tres paguen. Acá hay gente pidiendo que liberen a Segovia, pero nosotros queremos justicia y pedimos cadena perpetua porque se trató de un femicidio. Está imputado y él declaró que esa noche estuvo en la casa en la que mataron a mi tía, que él estaba ahí tomando, consumiendo drogas y que Hugo Sánchez salió y le dijo que había matado a mi tía dentro de la casa. Él vio cuando mi tía entró…  ella estuvo pidiendo ayuda a los gritos y no hizo nada. Él es cómplice».

Por su parte, Graciela, referente de la FOB, argumentó que el movimiento es «libertario y feminista». «Si no creyéramos en lo que estamos haciendo, no hubiésemos venido. Lamentablemente somos pobres y el hilo siempre se corta por lo más delgado. Acá hay una mescolanza de policías, narcotráfico y un montón de cosas. El fiscal mismo ya ha pedido la libertad» aseveró.

La vocera de la FOB pidió que expliquen públicamente por qué relacionan al joven con María del Rosario. «Nosotros no sabemos el motivo, es algo enigmático. Es un militante social que prepara comida para los más pobres, y los militantes sociales estamos perseguidos tanto por la policía como por los narcotraficantes. Nosotros de la calle sacamos muchas piedras y a los narcos no les gusta, levantamos galpones y nos sacan y nos hechan. No sabemos la posición del juez, pero el  abogado ya dijo que no hay una sola prueba y pide la libertad. Nosotros pedimos Justicia para los dos, para María del Rosario y para Nahuel».