Este lunes comenzó a ser juzgado Pablo García, hijo del periodista Eduardo Aliverti, por haber atropellado y matado en 2013 al vigilador privado Reinaldo Rodas, a quien arrastró durante más de 17 kilómetros por la autopista Panamericana.

El juicio se desarrolla en los tribunales de San Isidro, y sobre García pesa un pedido de pena de la fiscalía que reclama una condena alternativa por homicidio doloso, delito que va de 8 a 25 años, y además por homicidio culposo, de 1 a 5 años.

Roberto Damboriana, abogado de la familia de la víctima, dijo hoy que «teniendo presente que es una persona que condujo 18 kilómetros con un cuerpo dentro del vehículo, hecho un guiñapo sanguinoliento, y recién paró en el peaje y no paró antes para auxiliarlo habiendo varias salidas, nuestra intención es que la pena sea de cumplimiento efectivo».

El episodio ocurrió el 17 de febrero de 2013, cuando el hijo del periodista volvía en su vehículo de una fiesta y, alcoholizado, atropelló a Rodas llevándolo durante 17 kilómetros arriba del capot.

El vigilador circulaba en una bicicleta rumbo a su trabajo en el country Mapuche cuando fue atropellado en el kilómetro 52,500 de la Panamericana desde atrás por el Peugeot 504 que manejaba García.

Tras el accidente, los estudios de alcoholemia arrojaron que García conducía con 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi el triple del nivel máximo permitido.

El caso llegó a juicio luego de que la Justicia rechazara el año pasado un pedido de probation, esto es la suspensión del debate a cambio de un resarcimiento económico y el cumplimiento de tareas comunitarias, que formuló la defensa de García.

La defensa había argumentado que el hijo de Aliverti no tiene tener antecedentes penales y ofreció a la familia Rodas la suma de  330 mil pesos como resarcimiento.

Por el hecho, y antes del comienzo del juicio, García tuvo que pagar una multa de 6.589 pesos por manejar alcoholizado aquel 17 de febrero de 2013.