En el barrio La Florida lo conocían como Alberto y era muy querido. José Alberto Benítez era peluquero, tenía 37 años y llevaba mucho tiempo viviendo y trabajando en la zona norte de la ciudad. Por eso, todo el barrio se vistió de luto cuando, el 6 de noviembre de 2018, Alberto fue encontrado sin vida en el local de Buchanan al 300, con las manos atadas a la espalda y una toalla en el cuello, con la que sus matadores lo estrangularon. Cuatro días después,  la investigación condujo a dos jóvenes, Walter F., de 24 años, y Franco M. de 27, que fueron detenidos y que comenzaron a ser juzgados este viernes en el Centro de Justicia Penal.

El crimen

Esa mañana de noviembre los vecinos se extrañaron cuando, habiendo pasado las 9, el negocio de Alberto seguía cerrado. No era habitual ya que generalmente salía a pasear a sus perros a las 8 y una hora después, en punto, abría las puertas. Los vecinos dieron aviso a un familiar que accedió a la casa, en la planta alta del local, y lo encontró tendido en el piso de la cocina, con las manos atadas en la espalda y la toalla con la que lo asfixiaron alrededor del cuello.

Al relevar la escena del crimen, la fiscal Marisol Fabbro encontró que las puertas no habían sido forzadas. Sobre la mesa de la cocina había dos vasos y una botella de gaseosa a medio tomar y la ducha del baño estaba abierta. De esas primeras pesquisas, surgía que probablemente la víctima conocía a su victimario y que no se había tratado de un robo, ya que en el lugar el lugar fue encontrada su computadora, su moto y el televisor.

Sin embargo, con el correr de la investigación, la segunda hipótesis se revirtió y se comprobó que efectivamente, se trató de un robo y que los ladrones habían sustraído 34.000 pesos, varios elementos de trabajo (secadores de pelo y cortadoras) y una computadora que era del sobrino de Alberto, que trabajaba con él.

La noche del 5 de noviembre, las cámaras de videovigilancia captaron la imagen de dos jóvenes con mochilas en la vereda en la que vivía Benítez y también en otras cuadras de la zona.  Y un llamado anónimo al 911 aportó datos importantes que permitieron dar con uno de los acusados en un allanamiento realizado en Larrechea al 1900. Allí fue detenido Franco M. y  fueron encontradas una cortadora de pelo y la computadora robada. Además se secuestró un celular en el que había varias fotos de los elementos sustraídos y del propio detenido, tirado en la cama, con varios fajos del dinero robado.  Los datos aportados por el testigo reservado también revelaron la identidad del otro acusado, Walter F.

Homicidio Criminis Causae

La hipótesis de la fiscal Fabbro es que los acusados habían pactado un encuentro con Benítez y, una vez en el domicilio, lo golpearon, lo ataron y le robaron las pertenencias. Si bien no pensaban matarlo, es probable que la víctima haya reconocido a uno de ellos por lo cual terminaron dándole muerte.

La acusación que pesa sobre ambos es homicidio calificado criminis causa, es decir, un homicidio que se comete para ocultar otro delito, sobre el cual cabe la pena de reclusión perpetua. El tribunal encargado de juzgarlos está conformado por los jueces Hernán Postma, María Isabel Mas Varela y Patricia Bilotta.