SáBADO, 30 DE NOV

Cinco personas murieron tras robar un avión y estrellarse minutos después de despegar

El Cessna 206 fue robado del hangar del Aeroclub de Villa Ángela y cayó a escasos 7 kilómetros del mismo. De acuerdo a las primeras informaciones, los ladrones habrían olvidado abrir el paso de nafta de la aeronave. Solo uno de los fallecidos pudo ser identificado ya que los otros cuatro estaban totalmente calcinados. Por los elementos encontrados, se presume que eran de nacionalidad paraguaya.

Cinco personas murieron esta madrugada luego de robar un avión del aeroclub de la localidad chaqueña de Villa Ángela y estrellarse tras despegar. Según las informaciones preliminares, habrían olvidado abrir el paso de nafta de la aeronave y se estrellaron a pocos kilómetros de despegar. Se presume que los fallecidos era de nacionalidad paraguaya.

El accidente se produjo pasadas las 2 de la madrugada, a cinco kilómetros del casco urbano de la mencionada localidad, luego de que sustrajeran del hangar del aeroclub local un avión Cessna 206, en la que se halló un arma y dinero en moneda paraguaya.

Todo comenzó cuando el peón de un campo ubicado a 7 kilómetros del aeroclub realizó un llamado al 911 alertando que había «un avión volando muy bajo» por la zona y que se había precipitado sobre un campo despoblado.

Según las fuentes, las cinco personas que viajaban en el avión fallecieron producto del impacto y solo uno de ellos pudo ser identificado, ya que los cuerpos del resto de los tripulantes fueron hallados carbonizados. Entre los restos del avión se encontraron un pistola calibre 9 milímetros, un teléfono satelital, guaraníes y una gorra del club Cerro Porteño, motivo por el cual los investigadores presumen que los fallecidos eran de nacionalidad paraguaya.

Por otro lado, las fuentes indicaron que la aeronave, que tenía un valor cercano al millón de dólares, se encontraba en condiciones «óptimas» para el vuelo y pertenecía al empresario Roger Martin, quien estaba en la provincia de Corrientes al momento del hecho.

A su vez, los voceros precisaron que el Cessna 206 siniestrado tenía capacidad para cinco personas, poseía «mucha tecnología» y «era 0 kilómetro prácticamente».

En ese contexto, intervino en la investigación del siniestro el fiscal Sergio Ríos, quien aseguró a la prensa que cuando llegó al lugar se encontró con «un amasijo de hierro y carne humana». «Ya nos hemos comunicado con la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) y hemos hecho un resguardo de la escena, salvo la extracción de los cuerpos», aclaró Ríos en declaraciones a Radio LT7.

Además, el fiscal explicó que los delincuentes ingresaron al hangar del aeroclub mediante el uso de un alicate, a la vez que aseguró que el grupo contaba con «una logística muy importante» ya que lograron burlar una serie de alarmas «altamente sofisticadas».

«Cuando lograron entrar al hangar, desactivaron una cámara. Comenzó a sonar una alarma y la desactivaron. Había un segundo equipo de alarmas al que no pudieron acceder porque estaba oculto», explicó Ríos y agregó: «Personalmente nunca había visto un teléfono satelital. Solo lo había visto en la serie de televisión ‘Narcos’. Ese tipo de elementos permiten pensar en cierta organización».

Por último, el fiscal aseguró que pidió el registro de las cámaras de seguridad del hangar para tener más precisiones acerca del accionar de los delincuentes. «Tenemos esperanzas de identificarlos», concluyó.

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