Los Tribunales federales de Rosario, ubicados en Oroño al 900, debieron cerrar sus puertas y activar el protocolo sanitario del coronavirus. La medida responde a que una empleada judicial presentó síntomas compatibles con un caso sospechoso de Covid-19 y se le realizarán testeos en las próximas horas. Se realizan tareas de desinfección en el edificio que es custodiado, como lo es habitualmente, por efectivos de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

El titular del Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju), Agustín Bruera señaló que la joven presentaba fiebre y dolor de garganta.

Desde que comenzó la cuarentena decretada por la pandemia del coronavirus, el edificio trabaja bajo la modalidad de feria sanitaria, por lo que la mitad del personal asistía al lugar. En principio, la empleada no tuvo contacto estrecho con ningún caso confirmado de covid-19 y tampoco realizó viajes en el último tiempo.

«No le hicieron el hisopado. Se comunicó y el juzgado en turno se contactó con Epidemiología. Se indicó lo que debe hacer. Hay que ver cómo evoluciona. Como se tomó como caso sospechoso, se cerró el tribunal y están desinfectando», agregó Bruera.