En las primeras horas de este miércoles, las Tropas de Operaciones Especiales y el grupo Giri, desplegaron más de una decena de allanamientos en distintos puntos de la ciudad en el marco de una investigación de estafas con criptomonedas. Pero, uno de esos allanamientos resultó en un gran susto para los moradores, ya que los sospechosos buscados se mudaron hace casi un año y se fueron a España. Entre tanto, la pareja que compró la vivienda vivió una mañana de terror: fueron despertados a los gritos, por policías armados, que rompieron todas las puertas y los obligaron a tirarse al piso mientras los apuntaba con armas largas.

Según contaron a Conclusión, la pareja adquirió la casa ubicada en calle Maciel al 1000 el año pasado y se mudaron allí en el mes de abril. La alegría del nuevo hogar se vio opacada por un reciente hecho de violencia, ya que en el mes de enero, Gisela fue víctima de un violento robo cuando regresaba a su casa desde el trabajo. Y este miércoles el cuadro empeoró drásticamente.

«Nos estábamos despertando, era las 7.20 de la mañana.  De hecho sonó la alarma de nuestra casa y no nos dejaron ni desactivarla. Entraron por  todos lados y me sacaron del dormitorio, me apuntaron con el arma y me obligaron a salir y vestirme. Y a Juan lo tiraron al piso y le apuntaron el arma en la cabeza. Fue algo terrible», relató la mujer con la voz entrecortada.

En ese sentido, Gisela remarcó que lo que no puede comprender es la violencia con la que se realizó un allanamiento, que además, está claro que no tuvo una correcta inteligencia previa. «Lo que no entiendo es la manera, la violencia, no fue física, pero fue terrible, yo estoy con ataques de pánico por un robo que sufrí acá, en el barrio, hace tres semanas, donde sufrí violencia física y ahora para terminar, este cuadro. Es algo terrible».

Además, remarcó que todos los vecinos saben que se mudaron hace poco y que era fácil de comprobar quiénes vivían ahí antes de hacer el allanamiento. «No entiendo es como no constataron la información. ¿Como es que no tienen una información clara, fehaciente, concreta del allanamiento que van a hacer? ¡Es una impotencia tremenda vivir así, con esta tremenda falta de inseguridad y ahora esta violencia!»

Por su parte, su pareja detalló que violentaron todas las puertas de ingreso, que quedaron destrozadas. «Nos gritaron que nos tiráramos al piso, que no nos moviéramos y nos preguntaban por estas dos personas que son a las que nosotros le compramos la casa y que ahora están radicadas en España».

Juan apuntó, sobre todo, contra el excesivo uso de violencia. «Entraron a los golpes y patadas, como si esto fuera un aguantadero o estuvieran buscando a alguien que cometió un homicidio o un secuestro».