La violencia en Rosario no sólo se ejerce con armas y balas, sino a través del miedo. Y esa parece ser la lógica de quienes dejaron una grave amenaza en las oficinas de  Asuntos Penales y Penitenciarios de Rosario, ubicadas en Alsina y Pellegrini, oficinas que ya fueron baleadas en otras ocasiones. Esta vez, la intimidación llegó en un trozo de cartón escrito a mano que pone en el ojo de la tormenta a los empleados penitenciarios.

«Si siguen verdugueando a la familia de los presos de alto perfil, para la próxima vamos contra las familias de los empleados del servicio. El que avisa no traiciona», reza el cartel que fue pasado por debajo de la puerta y encontrado por un empleado del SPP, que realizaba su recorrida habitual, alrededor de las 22 de este jueves.

Luego del hallazgo, se realizó la denuncia en la Unidad Fiscal de Flagrancia y la investigación quedó a cargo del fiscal Marcelo Vitola.

Los antecedentes inmediatos son dos ataques contra esa oficina, uno ocurrido en enero de 220 y otro en octubre de ese mismo año.