Por Jorge Alberto Ripani*

Contra todos los pronósticos el candidato de la centro derecha Chilena y ex presidente Sebastián Piñera obtuvo sólo un 36%. Competirá en la segunda vuelta con Alejandro Guillier, actual senador oficialista por La Fuerza de la Mayoría, una especie de centro izquierda que es continuación de la histórica Concertación chilena, alianza que logró jaquear al Pinochetismo. Obtuvo un 22%.

Las encuestas se equivocaron feo. Pronosticaron a Piñera entre un 42% y al filo de ganar en primera vuelta. Éste en 2009 terminó debajo de eso en primera vuelta y luego fue presidente pero ahora la sorpresa causó zozobra por el error de cálculos y por lo que sigue.

En el tercer lugar se colocó, también con sorpresa la candidata Beatriz Sánchez del izquierdista Frente Amplio con un 20%. El FA es la continuidad de las luchas pro universidad pública de sectores juveniles de izquierda que habían sido liderados por Camila Vallejo. El pinochetista José Antonio Kast superó el 8%. La histórica Democracia Cristiana, partido que jugó a favor del golpe de estado a Salvador Allende pero al final del pinochetismo tuvo un rol importante para la vuelta de la democracia en la Concertación y ahora se escindió de ella, obtuvo casi un 6% con su candidata Goic. El número es por demás de bajo para su historia y los coloca en un segundo plano de prioridades para acordar de cara a la segunda vuelta pues el FA obtuvo más de tres veces más. Marco Enríquez-Ominami de centro izquierda que alguna vez terció para la presidencia y fue invitado por 678 a la Argentina, sacó 5,4 %.

Con ánimo de diálogo, Beatriz Sanchez dijo: “Mañana iniciamos una conversación, pero va a ser de abajo hacia arriba, no con diez dirigentes encerrados en una habitación”.

Casi todos dábamos por perdidas las elecciones para el oficialismo. Ahora con un rápido cálculo, pareciera que juntando votos del centro a la izquierda, tiene buenas expectativas. Si logra sumar a todo el espectro da 47,4 % y si suman los de la DC, obtendría un 53,4 %. En cambio si Piñera suma los votos de Kast, queda muy lejos del 50%. Pero la política es una ciencia independiente de la matemática y perpetuando el ejemplo argentino a Daniel Scioli le costó sumar los votos de Massa que había sido una escisión del FPV y de la Izquierda de Del Caño con su famoso “son lo mismo”. Cavilamos que todas las partes de esta primera vuelta deberían analizar con detenimiento el caso argentino. No sólo en cuanto al resultado de la elección, sino a los económicos, sociales y diplomáticos del gobierno de Cambiemos. Recordemos que hay muchas similitudes entre Piñera y Macri. Ambos son de centro derecha, empresarios, Macri ex presidente de Boca y Piñera accionista mayoritario de Colo Colo, la Alianza de Macri se llama Cambiemos y la de Piñera se llamó “Coalición por el Cambio”, los dos apostaron al fideicomiso “ciego”, plantean como eje la “lucha contra el narcotráfico” y Piñera apoyó a Macri públicamente. Cuando éste ganó, aquél publicó en Twiter: “Gran triunfo de Mauricio Macri abre nuevas esperanzas para q Argentina supere largo periodo de confrontación y estancamiento de últimos años.”

La actual presidenta, tuvo una pequeña victoria, ya que la mayoría de los chilenos no votó un cambio por derecha, siguen con chances y por ahora ni Guillier ni nadie, parecieran opacar su figura como líder de centro izquierda. Bachelet, hija de un General democrático asesinado por la dictadura en 1974, apoyó los procesos latinoamericanistas de Unasur y Celac, el reclamo argentino por las Islas Malvinas y el proyecto argentino de reestructuración de deuda soberana para frenar a los fondos buitres en la Asamblea de la ONU. Esta semana apareció de pasmo caminando por las calles del centro como una ciudadana más y no fue abucheada. Selfies, besos y abrazos fueron la respuesta del público a la sorpresiva aparición de la presidenta, caminando como una ciudadana más por las calles del barrio cívico del centro de Santiago.

Chile es un enclave importantísimo para América que siempre se debate entre la unidad continental y las relaciones bilaterales. Parecía ganado para este último paradigma que además viene imponiéndose (Argentina, Perú, Brasil, Ecuador, Colombia, Paraguay y México). Todavía no tenemos encuestas, aunque fallen, de cara a la segunda vuelta. Es la última elección importante del año. Podría ser una bisagra del tablero geopolítico latinoamericano o la confirmación de una ola. El 2018 es más importante: se votará presidente en Brasil, Colombia, Perú, Paraguay, Venezuela y México. Lula, Piedad Córdoba, Lugo, Capriles y López Obrador, estarán siguiendo de cerca los acontecimientos.

* Abogado especializado en Derecho Político e Historia Constitucional / estudioripani@hotmail.com