Por Horacio Rovelli

Se está rediseñando la economía Argentina para beneficio del gran capital que opera en el país, en desmedro de nuestras riquezas naturales, de nuestra población, de nuestro trabajo, del presente y del futuro. Y ese nuevo diseño de un modelo extractivista, agropecuario, financiero exportador que se impone, lo hace con el fin y pretexto, de generar las divisas para pagar los servicios de la deuda externa.

Ante este cuadro, lo primero que deberíamos preguntarnos es por que se originó la deuda y que se hizo con ella. La Argentina es un país rico en recursos de todo tipo y cuenta con una mano de obra capacitada y numerosa, con un alto nivel de educación y formación, que puede capacitarse aún más.

Se impone saber cual es el denominador común entre hacer aprobar en la Legislatura de la Provincia de Chubut, la explotación a cielo abierto de las minas de plata en los Departamentos de Gastre y Telsen por la Pan American Silver, finalmente vetado por el gobierno provincial ante el reclamo de la población.  Tratar de imponer la extracción de petróleo de San Carlos – Mendoza contaminando el Valle del Uco.

El diálogo con Conclusión, el especialista, marco las aristas más comprometidas de acuerdo con el FMI, apuntó quienes son los candidatos a la presidencia de la Embajada, y anticipó el «calvario» que se avecina para los argentinos, si se continua con las condiciones impuestas en materia financiera desde los organismos de crédito internacional.

Dinamitar la plataforma submarina a 4.000 metros de profundidad y a 307 kilómetros de la costa de Mar del Plata para obtener gas y petróleo por la empresa mayoritariamente estatal de Noruega “Equinor”, más Shell e YPF SA, propuesta que iniciara Fernando Aranguren, CEO de Shell Argentina, cuando fue ministro de Energía de Cambiemos y que propicia el gobierno bonaerense. Pero también la continuidad de las concesiones de los puertos, del dragado del Río Paraná y/o de las 22 represas hidroeléctricas en el corriente año 2023.

Por otro lado, el ministro Sergio Massa dijo alegremente cuando adjudicó las obras en el Plan Gas Ar, a Pampa Energía, Pan American Energy y a Tecpetrol, que es posible «gracias a la mancomunada interacción entre el capital privado y el Estado», así, omite que esas tres empresas fueron grandes compradores de dólares en la gestión de Cambiemos y que lo hicieron con recursos no declarados al fisco.

El funcionario, olvida en forma manifiesta que el endeudamiento por más de 100.000 millones de dólares durante la gestión de Cambiemos es el principal condicionante para el desarrollo nacional y, es a la vez, el que le asegura su posición económica dominante a la minoría rentista del país, que los compró básicamente para fugarlos y, qué, a la vez, hace que la Administración Nacional, ante la imposibilidad hacer frente a la totalidad de vencimientos, debe acordar con los acreedores un plan de pago firmado con el FMI y refrendado por ley.

Peor aún, es enterarnos que ese plan de pago con el FMI es el plan de gobierno, como dice sin vergüenza alguna el titular de la cartera económica del gobierno del Frente de Todos, Sergio Tomás Massa.

La deuda externa del gobierno de Cambiemos se generó cuando decidieron tomar el empréstito en divisas para cubrir el déficit fiscal del año 2015, déficit  fiscal que es en nuestra moneda y de aproximadamente el 4,5% del PIB, unos 216.000 millones de pesos, que se tomó en le gestión 2016-2019 dólares para ello (deuda en dólares para pagar deuda en pesos). Más el pago a los fondos buitres encabezados por Paul Singer por 9.300 millones de dólares, se le suma el déficit fiscal de su inepta administración causado por la disminución de las retenciones de la soja y derivados y, la eliminación de todos los demás derechos de exportación, pero también hay que agregar el plan de reducción del impuesto a las ganancias, medidas que en conjunto generaron el déficit fiscal que, también cubrían con títulos públicos en divisas, incluso en un bono a 100 años (que después el ministro Guzmán, en el canje del 31 de agosto 2020 logró anticipar su vencimiento).

Además, ingresaron divisas y como la Administración Nacional debe afrontar los gastos internos en pesos (jubilaciones y pensiones, contratos, salarios de las fuerzas armadas y de seguridad y del resto de los empleados públicos, transferencias, licitaciones de obras, etc.), le da la moneda extranjera al BCRA y la autoridad monetaria se los cambia al valor oficial por pesos.

El problema es que -a esas divisas- el BCRA, basándose en la reforma financiera de 1977, se las vende también al tipo de cambio oficial a los particulares, principalmente a las grandes empresas y, como el gobierno de Cambiemos fue subiendo el monto máximo que se puede comprar e incluso elimina ese límite en septiembre 2016, permitió que 100 empresas compren 24.679 millones de dólares en los cuatro años de gestión de Cambiemos.

Otro elemento no menor a considerar, es que hay 100 empresas que no pagaron el impuesto a las ganancias por el monto que compraron.  Es decir, deberían haber declarado de dónde sacaron la suma para comprar los dólares y haber pagado la tasa del 35%(y después en el año 2019 del 30%) de esa suma, y en los cuatro años de la gestión de Cambiemos la recaudación total del gravamen, fue de menos del 15% de los 24.679 millones de dólares. Compraron parte de los dólares con recursos no declarados al Estado. Delito de evasión fiscal y fuga de capitales para los compradores e incumplimiento de las leyes, incluida la de “lavado de activos” para los bancos, que le vendieron esos dólares del BCRA y no tomaron los recaudos del origen de los fondos (claramente demostrado porque no declararon ganancias ni otro tipo de ingresos por los 24.679 millones de dólares)

Incluso con el FMI la deuda fue tomada sin autorización previa del Congreso de la Nación y superando el límite de crédito a un país que fija el mismo FMI.

Pero no solo no se investigó la deuda, sino que el BCRA que realizó el Informe “Mercado de cambios deuda y formación de activos externos, 2015-2019·, le vendió y le vende al capital privado, dólares al tipo de cambio oficial para que paguen sus (supuestas o reales) deudas y, para que adelanten el pago de sus importaciones y/o paguen la prefinanciación de sus exportaciones, sobre una deuda privada de 91.364 millones de dólares al 30 de septiembre 2022[1], según publica el BCRA

Además, la Administración Nacional pagó intereses de la deuda a los bonistas y le vendió dólares al tipo de cambio oficial a las provincias para que paguen su deuda externa, si  a ello,  le sumamos que los servicios reales como el de flete (transporte), comunicaciones, patentes o royalties, etc. son todos deficitarios y los servicios financieros también (giro de utilidades de empresas extranjeras a sus casas matrices que se suman al pago de intereses), permiten entender porque habiendo obtenido en los años 2020-2022 un superávit comercial de 34.201 millones de dólares, las reservas internacionales brutas del BCRA al 23 de enero de 2023 suman 42.659 millones de dólares, tres mil millones de dólares menos que en diciembre de 2019.

El año 2023 nos plantea el mismo problema y el gobierno propicia las mismas soluciones, fuerte ajuste fiscal, donde los ingresos superan fuertemente el gasto público (esencialmente reduciendo el pago de jubilaciones y pensiones que se ajustan por un mix entre ingresos al sistema previsional y el salario promedio, porcentaje que es menor a la inflación medida por el IPC del INDEC), que incluye reducciones de partidas para las provincias y la reducción de los subsidios a la energía y al transporte, mientras se garantiza un tipo de cambio que se ajusta por inflación y una tasa de interés positiva (que supera a la inflación), con lo cual se produce una transferencia de recursos del mercado interno a favor de los exportadores y, del consumo y el trabajo a favor del capital financiero[2]

El endeudamiento y la fuga de capitales de la gestión de Cambiemos queda en el olvido por acción manifiesta del gobierno del Frente de Todos. Y se le hace pagar a la población una deuda que no la benefició

La falta de referentes políticos, sindicales y sociales que den este debate, quedó palmariamente demostrado cuando el 17 de octubre de 2022 se hizo una convocatoria a la Plaza de Mayo y, no se trató el tema deuda externa, que condiciona y limita a todos los demás planteos.

La falta de organización de la sociedad demuestra el bajo nivel de consciencia general y, esta se evidencia porque no hay un planteo común de investigar la deuda, a quienes benefició, con qué recursos compraron los dólares y a donde fueron a parar los mismos que se detrajeron de la economía nacional.

Con todo esto, es evidente concluir que una minoría rentista y parásita, se queda con las divisas y el pueblo argentino paga esa deuda con ajuste fiscal y comercial, consumiendo menos alimentos y energía para “honrar” la deuda y, hacia el futuro aceptar un modelo extractivista, generador de energía y de alimentos para exportar, que es contaminante y depredador de nuestros recursos naturales.

 

QUE HACER

Ante ello se torna imprescindible:

  • Decretar la Emergencia Cambiaria y no vender un solo dólar más de las reservas internacionales del BCRA, bajo ningún concepto y, menos los de libre mercado que este gobierno garantizó.
  • Suspender todos los pagos con el FMI, tanto de intereses como de capital y exigir un tiempo prudencial de atraso en la cancelación de los mismos.
  • Levantar el secreto financiero por la Emergencia Cambiaria y que la AFIP y demás organismos de fiscalización exijan a los grandes compradores de monedas extranjeras (se puede empezar con los primeros 100 compradores que lo hicieron por 24.679 millones de dólares en la gestión de Cambiemos) que expliquen como hicieron para comprarlo. Castigar con multa la evasión y recuperar parte de esas compras, que lo van a pagar en pesos, pero que sirve para financiar gasto público y, de esa manera y naturalmente se reduce el déficit fiscal y, es más, se obtiene un superávit que le permite al Estado nacional comprar las divisas para ir amortizando la deuda con el FMI. O, también, que se impulse el Proyecto del Senador Nacional por Neuquén, Oscar Parrilli, aprobado en esa Cámara y que, tiene en el año 2022 Dictamen por la mayoría (básicamente el Frente de Todos) y por la minoría (básicamente Juntos por el Cambio) en la Cámara de Diputados de la Nación
  • Férreo control cambiario con intervención de todo el poder de policía del Estado, que se castiguen todas las operaciones paralelas habidas y por haber en el marco de la emergencia cambiaria
  • Emplear gran parte de las Leliq, Notaliq y pases pasivos del BCRA (que son encajes remunerados) que ascienden a 10,4 billones de pesos en enero 2023, superando la cantidad de dinero creado y puesto en circulación por el BCRA (Base Monetaria) y todo el crédito generado por el sistema financiero local, para, con esos recursos, crear un fondo de crédito para la producción y el trabajo

Solo tomando medidas que defiendan el trabajo, la producción nacional y el mercado interno, se logra revertir este modelo impuesto a sangre y fuego por la dictadura militar, que solo logró revertir el kirchnerismo, pero que vuelve con la gestión de Cambiemos y, en un principio encubierto y ahora explícito, por el gobierno del Frente de Todos, sin excepción.

[1]Según publicación oficial del BCRA, la deuda externa privada asciende a 91.364 millones de dólares al 30/09/2022, de los cuales 52.266 millones son comerciales y 39.098 millones deuda financiera con el exterior, principalmente de empresas que extraen petróleo crudo y gas natural del país.

[2]Explícitamente el gobierno nacional propone paritarias en el año 2023 en torno al 60% de incremento anual, contra una tasa de interés de referencia del BCRA del 75%.  Se paga más por un depósito a plazo fijo que al trabajo.