Por Marcelo Gullo

Me encanta comer cerdo y mi pasión es comer cochinillo en Segovia. Sin embargo, no puedo aceptar el modelo de ganadería industrial tóxica propuesto por China a la Argentina. Y no por los cerditos.

No puedo aceptarlo por los argentinos, pues la ganadería industrial profundizará el modelo de agricultura industrial tóxica que viene enfermado a nuestros chacareros, a sus hijos y a sus nietos de cáncer.

Dicen que no hay evidencia científica. Lo mismo decían en la década del 60 y del 70 sobre el consumo del cigarrillo: que no había evidencia científica que confirmara que fumar hacía daño a la salud. Recordemos que hasta hace poco tiempo se fumaba en los aviones, en los micros de larga distancia y en los bares, etc., etc.

Por otra parte el modelo de ganadería industrial es un buen negocio en el corto plazo y un mal negocio en el mediano plazo pues es y será más negocio vender alimentos orgánicos a las clases medias de Europa, Estados Unidos y China que no quieren morir de cáncer y que ya están dispuestas a pagar 100 veces más por un cochinillo criado a campo naturalmente que por un cochinillo criado industrialmente.

Hay que comenzar la transición del modelo de agricultura industrial tóxica -que nos vendió el neoliberalismo y que profundizó el progresismo- hacia un modelo de agricultura natural saludable.

*Marcelo Gullo es un académico, analista y consultor en relaciones internacionales argentino. Es reconocido por ser el creador de la teoría de la insubordinación fundante.

El 6 de julio de 2020 la Cancillería Argentina emitió el siguiente comunicado anunciando el acuerdo:

El canciller Felipe Solá mantuvo hoy una constructiva entrevista telefónica con el ministro de Comercio de la República Popular China, Zhong Shan, en la que quedaron abiertas las puertas para importantes emprendimientos conjuntos y fue confirmada la presencia argentina como invitada de honor en Shangai en noviembre de este año para la CIIE, la feria de importaciones y exportaciones conocida como China International Import Expo.

Solá agradeció la solidaridad china hacia la Argentina en medio del Covid-19, traducida en más de 30 vuelos con insumos comprados por la Argentina o donados por China para enfrentar la pandemia.

Hubo coincidencia en la conversación sobre que el virus no respeta fronteras y solo será vencido a través de la unidad y la cooperación entre todos los países del mundo, tal cual lo habían establecido durante sus contactos los presidentes de la Argentina, Alberto Fernández, y de la República Popular China, Xi Jinping.

El canciller afirmó que quedó subrayada la conexión estratégica entre la Argentina y la República Popular China. Dijo que esa asociación estratégica es concebida por la República Argentina tanto en el comercio como en las inversiones.

Solá dijo que fue bien recibido por el ministro Shan el avance en un proyecto, ya conversado entre el gobierno argentino y el Ministerio de Agricultura de China, sobre producción de carne porcina de inversión mixta entre las empresas chinas y las argentinas. La Argentina alcanzará 900 mil toneladas en cuatro años y en un proceso prudente, supervisando las buenas prácticas e incorporando tecnología de punta para reducir el impacto medioambiental.

El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto fue acompañado por el secretario de Relaciones Exteriores Pablo Tettamanti y el secretario de Negociaciones Económicas Internacionales Jorge Neme.

Solá recordó que China es uno de los dos socios comerciales mayores de la Argentina, junto con Brasil, y dijo mostrarse complacido por las perspectivas de cooperación en tecnología, agricultura, infraestructura y finanzas.

El canciller expresó su voluntad de que se amplíe el comercio bilateral y se cumplan las reglas mundiales para un comercio libre. Quedó en claro el apoyo a una Organización Mundial de Comercio que recupere su fortaleza y sirva de mediador y juez de todos los países del mundo.