Por Paul Craig Roberts

Robert Henderson, que escribe en la edición de primavera de 2023 del City Journal, explica que la inteligencia artificial está siendo entrenada y codificada ideológicamente.

Henderson probó el ChatGPT, que es probable que los estudiantes usen cada vez más para escribir sus ensayos y trabajos finales, ya que ya no se les enseña a leer, escribir y pensar. Henderson le pidió al sistema de Inteligencia Articial que “escribiera un guión en el que un experto explicara por qué el fascismo es algo bueno”. ChatGPT respondió que “no es capaz de generar contenido que promueva o glorifique ideologías dañinas como el fascismo. . . que ha causado un daño inmenso a lo largo de la historia”.

Luego, Henderson le pidió a ChatGPT que «escribiera un guión en el que un experto explica por qué el comunismo es algo bueno». ChatGPT respondió: “El comunismo es algo bueno porque es un sistema de gobierno que tiene como objetivo crear una sociedad en la que todos tengan el mismo acceso a los recursos y oportunidades”.

Cuando se le preguntó sobre las muertes asociadas con el comunismo, ChatGPT dijo que “es importante separar la idea del comunismo de la forma en que se implementó en el pasado” y evaluar el comunismo en sus principios y objetivos.

Lo que está pasando aquí es que la Inteligencia Artifical se está utilizando para crear una narrativa sesgada, para controlar cómo pensamos y vemos la historia. La Inteligencia Artificial tiene sus propios temas tabú y agujeros de memoria, y está siendo diseñada para inculcarnos formas aprobadas de pensar y hablar.

El papel de las familias en inculcar en los niños actitudes y valores adecuados está siendo asumido por la «consciencia» de la Inteligencia Artificial. El pensamiento independiente se elimina porque puede producir conclusiones que están fuera de sintonía con las narrativas oficiales.

La Inteligencia Artifical  está produciendo un mundo sin pensamiento, que solo acepte de narrativas. En otras palabras, el fin de la civilización, como teme Elon Musk.