De un lado se ubican las petroleras y el gobierno nacional que recauda unos 5 pesos por cada litro de gasoil que se vende. Enfrente se aliaron los fabricantes de biocombustibles y el gobierno de Santa Fe. La batalla inicial es por 75 millones de litros de gasoil y puede ser mucho más. O 75 millones de litros de biodiesel, según desde dónde se lo mire. Es lo que está en juego en la movida para que el 100% del transporte público que circula por calles y rutas de la provincia utilice biodiesel como combustible.

Este martes el gobernador Miguel Lifschitz dio el primer paso al lanzar desde Rosario la Mesa de Migración del Transporte Público al 100% Biodiesel, con el objetivo de que progresivamente todo el transporte público de la provincia, incluyendo los servicios urbanos de Rosario, Santa Fe y ciudades más pequeñas abandone el combustible fósil y adopte el biodiesel.

En el salón Blanco de la sede de Gobernación, Lifschitz lanzó la Mesa de Migración flanqueado por el ministro de Infraestructura José León Garibay y la voz cantante sobre el tema, la secretaria de Energía Verónica Geese.

“En primer lugar con el uso de biodiesel estamos protegiendo el medioambiente y reduciendo emisión de gases; en segundo lugar contribuimos con la industria local y el empleo ya que el 80% del biodiesel del mercado se produce en Santa Fe; en tercer lugar bajamos costos del sistema”.

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Estuvieron directivos de las principales cámaras y empresas de transporte y representantes de las pymes fabricantes de biodiesel y a las grandes cerealeras hasta ahora dedicadas a las exportación pero con perspectivas de que a partir del cierre de los mercados externos al biodiesel argentino se les permita jugar en el mercado interno a partir de 2021, hoy reservado para pymes.

También estuvo la secretaria de Movilidad de Rosario Mónica Alvarado y las autoridades de la empresa municipal de transporte urbano Movi. Esa presencia no fue casualidad. Los colectivos de Movi fueron el conejito de indias que permitieron probar, según las autoridades y los fabricantes, que no hay impedimentos ni mecánicos ni de manejo para que las flotas funcionen a biodiesel (ver datos abajo).

El beneficio económico

El litro de biodiesel cuesta casi 10 pesos menos que el de gasoil. En sistemas de uso intensivo como el transporte público significa ahorros millonarios. Un negocio que pierden las petroleras y dinero que deja de recaudar el gobierno nacional (la industria del biodiesel está exenta de la notable carga tributaria de los combustibles fósiles). A grosso modo, unos $375 millones anuales que se ahorran los sistemas de transporte locales.

La cuestión no termina ahí. Si el transporte público llega al biodiesel 100% o B100 el paso siguiente sería el sector agropecuario, también consumidor de gasoil a gran escala.

Lo que terminó por disparar la ofensiva para llegar a B100 fue la quita de subsidios nacionales al transporte. Según los cálculos realizados en la estatal Movi, si los subsidios se quitaran hoy (está previsto que sea el 1° de enero) el ahorro sería de $6 millones mensuales.

-Con los subsidios vigentes hoy gasta $10 millones en gasoil.
-Con gasoil y sin subsidios pasaría a gastar $21 millones.
-Con biodiesel y sin subsidios pagaría $15 millones.

Guerra de lobbys

Migrar al B100 tendrá sus piedras en el camino. Las petroleras es de esperar que ejerzan presión sobre el gobierno nacional. Sus intereses confluyen: las primeras pierden clientes y mercado; el segundo recaudación.

No es casualidad que en el encuentro en Rosario funcionarios y fabricantes de biodiesel hablaron de “hacer historia”, de “momento de quiebre” o “intereses de las petroleras para que esto no prospere”.

Los fabricantes de colectivos son otro adversario para la alianza entre fabricantes de biodiesel y el gobierno de Santa Fe. Volkswagen, por ejemplo, no reconoce la garantía de los coches si se los utiliza con biodiesel. La contracara es Scania: la marca escandinava homologó en el país su motor modelo 130 para ser usado con 100% de biodiesel.

Este es el tema que hace dudar a los dueños de empresas de transporte: “Ante esta propuesta lo primero que hicimos fue consultar a las carroceras que nos proveen los coches y nos dijeron que los motores no son aptos para funcionar con biodiesel al 25 o 100%”, planteó el representante de la Cámara de Transportistas de la provincia.

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La secretaria de Energía Verónica Geese tomó la posta: “Volkswagen dice que los motores 280 acá no pueden funcionar con biodiesel, pero en Alemania sí. ¿Por qué en Europa sí y acá no? El biodiesel argentino no tiene la peste, sino que allá protegen su industria”, afirmó.

Le siguió Federico Pucciarello, titular de BioEnergy y El Albardón Bio. “Nuestra empresa funciona con generadores alimentados 100% con biodiesel y también los camiones de la flota para distribución. Y no tenemos problemas”.

El secretario de Servicios Públicos de Rafaela, ciudad que administra las 5 líneas urbanas, manifestó interés en la propuesta de la provincia pero pidió primero aclarar la negativa de los fabricantes de colectivos a reconocer la garantía si se usa con biodiesel.

Andrés Moscatto, de la empresa de transporte El Norte Bis, propuso invitar a los fabricantes de motores para contrastar argumentos.

Volvió a tomar el micrófono la secretaria de Energía: “No podemos ser inocentes, hay 75 millones de litros de gasoil en juego”, advirtió y propuso que esa invitación se haga más adelante, una vez que haya avanzado la mesa de trabajo conformada ayer.

La Liga de las Bioenergías

La primera proclama en esta triple guerra comercial/económica/ambiental se dio en agosto pasado cuando Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Salta formalizaron la creación de la Liga de Bioenergías.

La Liga tiene como fin dar volumen a esa industria y forzar al gobierno nacional a tomar medidas, como por ejemplo aumentar el corte de bioetanol en las naftas y de biodiesel en el gasoil. Los gobernadores buscan la expansión del mercado interno, menor emisión de gases, creación de empleo y reducción de costos.

De forma bilateral, pero en el marco de la naciente Liga, Santa Fe y Salta y acordaron trasladar la experiencia de Rosario al transporte urbano de Salta capital empezando por una prueba piloto. En el gobierno creen que otras provincias se sumarán en los próximos meses.

Santa Fe produce el 80% del biodiesel, apto para cortar o reemplazar el gasoil y fabricado a base de soja. Córdoba en base a maíz y Tucumán y Salta con la caña de azúcar, son los productores de bioetanol, que reemplaza nafta.

La experiencia Rosario

Según datos de la empresa Movi, en julio puso dos unidades nuevas, una con motor Volkswagen y otra Mercedes Benz, a funcionar con 100% de biodiesel. “No presentaron ningún problema ni mecánico ni de manejo. Los choferes, si no les decís que llevan biodiesel ni se enteran”, explicó Gustavo Perrone.

Tras ese primer paso, en septiembre se aumentó el corte de biodiesel en el resto de la flota (compuesta por modelos entre 2009 y 2013) del 10% de piso manda la norma a 25% (el gasoil llega con el corte del 10% y la propia Movi agrega el resto para alcanzar el 25).

“El funcionamiento es muy bueno. Se habla de que el consumo es mayor y en realidad detectamos 1 y 2% respectivamente en los dos motores cero kilómetro con los que experimentamos. Con respecto al consumo de aceites y filtro, si se usan los de menor calidad duran menos kilómetros, pero con los de alta calidad no hay variaciones”, explicó Alejandro Gentile, gerente de Semtur.