Por Rosarito de Rappa
No existe un hombre en la historia del mundo que haya sobrevivido a tantas vicisitudes y contratiempos y haya salido indemne. Ese hombre es Fidel Alejandro Castro Ruz. Sin dudas un líder nato, con convicciones e ideales a los que fue fiel, seguramente hasta su último suspiro.
Admirado y amado por muchos, sobre todo por su pueblo; inspiración para otros, un líder indiscutible que cautivó a quienes lo acompañaron en la lucha contra la injusticia y desigualdad de su pueblo.
Odiado por otros, que hoy celebran su partida física, pero no advierten que es solo un paso a la inmortalidad y que revivirá más que nunca en las banderas de los pueblos oprimidos que buscan justicia. Sin embargo, no pueden negar su grandeza y reconocer que será el líder más recordado de la historia mundial.
Cuestionado por sus métodos, luchó desde la más temprana edad para terminar con los atropellos de quienes detentaban el poder sobre los más vulnerables en todos los ámbitos de la su vida.
Quienes cuestionan su forma de combatir las injusticias, tal vez no conocen su legado. En los últimos tiempos Fidel sostuvo que los contextos no son todos iguales y que en aquellos momentos no existía otra posibilidad que la lucha armada que hoy sería impensada.
Junto al Che y otros líderes mundiales flameará en las banderas de aquellos que continuarán su legado de dignidad, solidaridad, igualdad y justicia social.
Sin dudas marcó un antes y un después en la historia de Cuba y del mundo. Su lucha por la liberación de su pueblo de la dictadura de Fulgencio Batista y su afán por sacar a Cuba de las garras del imperio lo convirtieron en guía para muchos jóvenes.
Estratega, estadista, con una coherencia y dignidad nunca vista en otros líderes mundiales lo posicionan en un lugar que difícilmente será alcanzado por otros.
Su paso por este mundo no fue en vano y su partida reforzará aún más sus ideales en los pueblos que luchan y en las generaciones futuras.
Un visionario como nunca existió, adelantó en sus alocuciones cada uno de los acontecimientos que fueron marcando al mundo a lo largo de la historia.
Leyenda viviente, padre de la Revolución Cubana, fuiste la inspiración de aquellos que nos retorcemos ante la injusticia y la opresión de los pueblos por parte de los imperios.
La partida de Fidel nos deja un sabor amargo, aunque no del todo inesperada por su edad y su estado de salud, como la de otros líderes latinoamericanos. Pero su grandeza inconmensurable hará que permanezca inmortal y renazca en cada lucha de los pueblos oprimidos por conseguir su libertad.
