Por Paul Craig Roberts

Recuerdo cuando los negocios, incluso los grandes negocios, operaban con apretones de manos sin contratos. Los negocios podían operar de esta manera porque la gente en esos días tenía buen carácter e integridad. Una persona que soltaba un apretón de manos estaba acabada en el negocio. Crecí cuando América todavía era América. Nos enseñaron que tenías que poder mirarte en el espejo todas las mañanas. Eso requería que fueras veraz y honorable en tus relaciones con los demás. Hoy no puedes mirarte en el espejo a menos que hayas estafado, para tu beneficio económico, a otros. Simplemente lea cualquiera de los libros de los denunciantes de Wall Street o de los funcionarios del gobierno sobre cómo funciona realmente el sistema. Hoy, me dicen los abogados, ni siquiera los contratos blindados pueden proteger un trato.

Los gobiernos que se enfrentan a un comportamiento egoísta que no es el suyo propio se sienten frustrados por la dificultad de organizar a la gente detrás de las agendas del gobierno o de sus agentes de control. China está consolidando el control sobre su población mediante la creación de un “Sistema de Crédito Social”. La población china es monitoreada en su comportamiento. Un ciudadano chino que no está de acuerdo con el gobierno, bebe mientras conduce o demuestra cualquier rasgo y comportamiento política o socialmente indeseable obtiene una calificación muy baja que le impide viajar al extranjero, asistir a la universidad, usar el transporte público o cualquier restricción y castigo. el gobierno decide infligir.

Este Sistema de Crédito Social está en proceso de establecerse en todo el mundo occidental. Es el sello distintivo del Foro Económico Mundial de Davos y del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. La mayoría de las corporaciones globales de Estados Unidos son sus campeones.

El sistema de Crédito Social requiere que los “ciudadanos” estén subordinados al gobierno. Tales gobiernos todavía se llaman “democracias”, pero los ciudadanos no tienen voz. Todas las voces diferentes a la narrativa son canceladas.

No creo que Estados Unidos como país pueda escapar de esto. Los estados con un gobierno semiconsciente, como Florida con el gobernador DeSantis, tienen una oportunidad, pero los esfuerzos anteriores de los estados para defender su autoridad constitucional contra un gobierno federal invasivo han fracasado.

Tenga en cuenta que el tiránico sistema de Crédito Social está tratando de recrear el antiguo sistema de carácter confiable y predecible, con la diferencia de que la lealtad de un ciudadano no es a su carácter sino a la agenda del Gobierno.

El primer paso para establecer un sistema de Crédito Social es hacerse con el control de los medios de comunicación. Esto se logró durante el régimen de Clinton cuando se permitió que seis megaempresas compraran y concentraran en unas pocas manos el 90% de lo que era un medio independiente.

El siguiente paso es usar el miedo (11 de septiembre, Covid, Rusia) para lograr que una población temerosa y crédula acepte la pérdida de sus protecciones constitucionales para “estar a salvo”. Una vez que esto se logra, no hay restricciones para quienes ejercen el poder. La Constitución se convierte en un documento sin autoridad. Este es precisamente el punto en el que nos encontramos en este momento.