LUNES, 02 DE DIC

¿De qué se habla en el Foro Económico Mundial de Davos?

Una mirada sobre el famoso foro en el que la élite financiera y económica del mundo discute sus planes presentar los proyectos sociales, culturales y políticos.

Por Matías Colagioia

Siempre que vemos o escuchamos noticias internacionales, pensamos que se trata de eventos, guerras, políticos, decisiones que están muy lejanos. Cuando hacemos eso, o cuando nos hacen creer eso, nos condenan a entender lo que pasa en el mundo desde ópticas que no son las nuestras. Desde ópticas que son o bien las de los grandes grupos de medios en el mundo que responden al capital, o bien las de partidos políticos o sectores políticos enfrascados en la lucha de las democracias occidentales o, eventualmente, algún otro interés.

Te invitamos a que veamos y tomemos algunos hechos de la semana en el plano internacional. Para pensar juntos porque en un mundo en el que los trabajadores producimos cada vez más riquezas, a los trabajadores nos parece un sueño llegar a lo que llegaron nuestros abuelos. Porque el sueño de la casa propia, la cobertura de salud digna, las vacaciones pagas y el trabajo en blanco con protección social nos parece el privilegio de unos pocos. Categorías como “izquierda” o “derecha” ¿significan algo hoy por hoy? ¿O convendría más hablar de categorías como “Soberanismo” y “Globalismo” o “Unipolarismo” y “Multipolarismo”.

El dieciséis de Enero de este año dio inicio a una nueva edición del mentado Foro. Es en teoría una Organización No Gubernamental cuya misión, según el sitio del mismo Foro, es “demostrar el espíritu empresarial en el interés público mundial al tiempo que mantiene los más altos estándares de gobernanza. La integridad moral e intelectual está en el corazón de todo lo que hace….
Creemos que el progreso ocurre al reunir a personas de todos los ámbitos de la vida que tienen el impulso y la influencia para lograr un cambio positivo.” 1

Lo cierto, más allá de sus proclamas, es que es sirve como plataforma para presentar los proyectos sociales, culturales y políticos de la élite económico financiera del mundo y para mostrar el poder de este sector en las decisiones globales, reúne también a los dirigentes y representantes de distintos Estados, desde las grandes potencias hasta países comúnmente llamados “subdesarrollados” como muestra de cuál es el verdadero alcance de lo que en estos lugares es proyectado. Las directrices aquí desarrolladas buscarán tener efecto en todas las esferas de la sociedad, por eso como trabajadores es importante saber de qué habla esta gente, cuales son las órdenes que les bajan a los distintos líderes políticos que por complicidad o cobardía no se atreven a cuestionar y que posteriormente querrán aplicarnos sobre nuestras vidas convenciéndonos de que se trata de verdad revelada.

Davos es la insignia y el reflejo de los planes de acción que fue desarrollando capitalismo especulativo-financiero encarnado en el imaginario histórico por el tándem Thatcher-Reagan, que llegó a su apoteosis en la última década del siglo XX y primera del siglo XXI. Es la voz y alma del Occidente globalista y unipolar, cuya gorra de capitán había sido tomada por los Estados Unidos. Ese poder concreto y real comandado por los Norteamérica, esa forma de concebir el poder, de pensar una ingeniería social no murió, muy lejos está de la muerte, pero hay nuevos actores y de peso, por eso Davos arranca con el lema «Cooperación en un mundo fragmentado»2 El proyecto de poder globalista debe admitir que el mundo está “fragmentado” que no hay ya una sumisión a un plan único.

A tono con el lema, al momento de declarar, nada menos que el Secretario General de la ONU plantea que “la situación geopolítica actual es la peor que vio en su vida”3 Esto es con referencia al punto de quiebre que funcionó como hito en la reconfiguración del mundo hacia el multipolarismo, hablamos del inicio de la guerra en Ucrania de Febrero de 2022.

La guerra en Ucrania muestra a las claras el alcance del nuevo multipolarismo. Esto lo podemos ver en dos cosas. Por un lado si bien es cierto que Rusia no cumplió con sus objetivos militares con la rapidez y facilidad que preveía y que su invasión no sirvió de coacción para que las fuerzas de la OTAN no le siguieran mandando armas a Ucrania, ya que los miembros de la OTAN continuaron mandando armas, tomando una actitud que en el plano militar y teniendo en cuenta que la Federación Rusa tiene el arsenal nuclear más importante del mundo, fue una actitud que puso en riesgo a toda la humanidad, pero por otro también es cierto que las medidas para poner de rodillas a Rusia fueron muy ineficaces.

Contra todo pronóstico Rusia salió casi indemne en el plano económico. Obviamente esto hubiera sido imposible sin la colaboración de China e India, que lo hicieron porque persiguen sus propios intereses estratégicos. El globalismo ya no es un cantante solista sino que comparte el coro, cosa que se niega a admitir, y eso es un riesgo para el mundo. Por eso se recurre a Kissinger para que desde la “real politik” pueda mantener al globalismo en su influencia. El que supo tejer desde los 70 los acuerdos con China y cimentar la influencia del globalismo.
Como decíamos, el globalismo está lejos de estar muerto, compartir el escenario no es bajarse de él. El plan de acción del globalismo se basa en poner a la economía al servicio del capital financiero- especulativo, en un mundo que según ellos está superpoblado e ir acostumbrando a la sociedad a que baje su nivel de consumo (por ende su nivel de vida) pudiendo acceder a más solo si su capacidad de integrarse en el mercado. Pero el mercado, en términos de ingeniería social que es en los términos que se desarrollan estas ponencias, son ellos, los grandes consorcios de capital financiero en el mundo.

Tomémonos un tiempo para pensar en algo, allá por las décadas de los 40, 50 y 60, estaba al menos la aspiración y la posibilidad real de que teniendo un trabajo en la familia, la familia podría tener techo, salud, protección social, etc. Hoy indirectamente nos plantean que tener hijos debería ser un privilegio y quienes pueden tener ese privilegio, los que los puedan mantener. Bajo el eufemismo de avance en la muerte digna estamos empezando a admitir eutanasia de gente que solo la acepta porque no tiene como mantenerse, no porque quiera morir realmente. Nos empiezan a convencer de que el mundo esta en problemas ambientales porque consumimos carne, pero no discutimos que los viajes en jets contaminan lo mismo que la carne que consumen millones de seres humanos ¿que seria justo que restrinjamos mas? En fin, esto es Davos.

Al ser el plan de acción del capitalismo económico-financiero su estrategia de la mano de los avances en el campo de la tecnología es convencernos sobre la falta de trabajo a futuro. Esto es francamente irrisorio para países como Argentina en donde está todo por hacerse. Para los países industrializados plantea la reducción de población vía caída demográfica y suplantación ante esta caída con mano de obra de inmigrantes desesperados cuyas sociedades fueron previamente destruidas por el globalismo con sus consorcios financieros en el plano económico y con los Estados que fueron la insignia de esta ideología (EEUU, Gran Bretaña, Francia, etc) en el plano político o eventualmente militar. Ante esta realidad las sociedades de los países “desarrollados” comienzan a ser una olla a presión donde el odio y el resentimiento están a la orden del día ya hace muchos años. La desesperación de los migrantes se encuentra con la frustración lógica de los locales derivando en absurdas batallas de “pobres contra pobres” mientras los grandes titiriteros se siguen reuniendo en Davos.

Para concluir no queremos dejar la impresión de que en este nuevo mundo que se configura, como trabajadores tengamos que poner esperanzas ciegas en las nuevas potencias emergentes. Nosotros como trabajadores debemos estar conscientes sobre la importancia de las organizaciones libres del pueblo como remedio a los discursos del globalismo que veladamente nos quieren robar la dignidad a punto moralmente aberrante (muchas veces bajo pretexto de el avance de la cultura que nos concede cosas, paradojas si las hay) y a cualquier otro discurso o poder que pueda aspirar a lo mismo o a objetivos similares.

Es fundamental que comprendamos nuestra identidad como trabajadores, sea que trabajemos en la economía informal, sea que seamos asalariados, sea que seamos pymes o “emprendedores” todos necesitamos de nuestro trabajo para sustentarnos. Es por eso que es más importante que nunca resaltar la importancia de agruparnos en organizaciones libres del pueblo, frente a Estados y dirigencias impotentes o serviles, para que recordemos siempre que tenemos el deber y el derecho a tener un trabajo digno que nos permita mantener a nosotros y nuestras familias.

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