Por José Odisio

 

Newell’s no gana. No importa el rival, tampoco si juega en casa o afuera. A veces empieza ganando, pero eso no es garantía de nada. Y ni siquiera un cambio de entrenador le permitió renovar ánimos y Osella ya lleva cinco partidos en el banco y apenas cosechó cuatros empates y una derrota. Pobre por donde se lo mire.
Obviamente la situación, que viene de arrastre desde hace dos años, empieza a encrispar el ánimo de todos. Los hinchas, que bancan y bancan, por momentos sienten decepción y desencanto, y por eso tras el empate con Aldosivi hubo reprobación al equipo.
Pero el fastidio supera a la gente. Los jugadores también se muestran desenfocados, dentro y fuera de la cancha. Y ahora se sumó Diego Osella, quien extrañamente se mostró confrontativo en la conferencia de prensa pos partido. Enojado, seguramente por un empate injusto, pero demasiado fastidioso y muy a la defensiva frente a preguntas que de ningún modo significaban un cuestionamiento a esta breve gestión, más allá de que los resultados no sean buenos.
Si Osella cree que el problema es la prensa, está perdiendo el tiempo en algo que no va a cambiar lo que sucede dentro del campo de juego. Y es ahí donde debe enfocar exclusivamente su mirada el DT. Y el fastidio y la bronca debe ser un puntal para buscar una reacción del equipo, no para confrontar dialécticamente, porque eso no le va a dar los triunfos que Newell’s necesita.