Por José Odisio

Práctico y efectivo. No luce, pero gana. Y ya son seis fechas invicto, con una efectividad numérica que asombra. Newell’s está lejos de deslumbrar con su  juego. Y casi nunca somete a sus rivales. Pero a la hora de recoger los puntos, siempre se lleva una buena tajada. Ahora fue el turno de Gimnasia, y fue justa victoria. Sin pasar sobresaltos, cuidando el corazón de Osella y de los hinchas, que llegan con el ánimo en alza al Clásico.

No hubo nueve, y se sintió. Hubo muchos lesionados, pero lo sobrellevó. Osella tuvo que bajar la cabeza y apelar a algunos juveniles postergados, y rindieron. No sobró fútbol, pero con el Gato y Figueroa alcanzó para justificar el triunfo. El Clásico ya se palpita, pero los hinchas no reclamaron tanto y se ilusionan.

En los papeles, irrefutables verdades absolutas de nuestro fútbol, la Lepra tiene 14 puntos sobre 18, es escolta de Estudiantes, marcha invicto y si bien parece haber aprovechado al máximo las facilidades que le entregó el fixture, está claro que otros equipos no pudieron resolver tan simple una ventaja parecida. En matemática, superó los objetivos.

Méritos hay, sin dudas. Formica está muy bien y le da sentido a la tenencia. Figueroa y Quignon son buenos socios para su juego, Pocrnjic trasmite seguridad, y mientras se reza por el retorno de Scocco y Maxi, el resto no desentona y corre, sobretodo corre.

Y casi sin pensarlo, el Clásico llegó. Y Osella no lo tiene como una guillotina que podría hacer rodar su cabeza. Llega bien, sin tantos cuestionamientos. Con la contundencia de los resultados favorables, esa es su carta fuerte.

Y entonces, el ánimo de todos, cuerpo técnico, jugadores e hinchas está bien arriba. Obviamente llegarán los nervios, las ansiedades, se esperará por recuperar a Scocco, y habrá días donde dormir será un suplicio.

Pero si el corazón se acelera, será por emoción y no por estrés. Este Newell’s goza de buena salud.