Se viene el Clásico. La adrenalina crece, las expectativas también. Y en el Parque se vive un clima de cierta tensión. Es que un mal resultado dejaría a la dirigencia en un lugar incómodo a la hora de sostener a Bernardi. Por eso ganar, o al menos no perder, es una obligación que pesa en la cabeza de todos.
Para Bernardi el partido puede ser el crédito que necesita con el hincha leproso. Hoy el DT perdió el apoyo hasta de sus más fieles seguidores. Y como en el fútbol los resultados mandan, ganar le daría cierta inmunidad para trabajar con menor tensión.

Los dirigentes también tienen su necesidad de victoria. En un año electoral ganar el Clásico es una materia pendiente para una gestión que pudo sumar una estrella, pero aún no festejó ante el eterno rival. Poco pueden hacer ya desde la conformación del plantel. Lo que faltó ya no se puede corregir. Así que sólo les queda apoyar y confiar.

Los jugadores no están exentos de responsabilidad. Son cinco los partidos sin derrotar a Central. Y el hincha exige con razón. Por eso en este tipo de partidos hay que dejar atrás cualquier diferencia. Ganar no sólo será apoyar a Bernardi, también será sacarse una mochila que cada Clásico se hace más pesada. Y el plus que un triunfo ante Central puede dar es difícil de calcular, pero sin dudas será importante para el inicio de este 2016.

Está claro que esta vez no da lo mismo ganar que perder. En el Parque la necesidad es cada vez mayor. Importan las formas? Siempre importan, porque un buen planteo y un buen rendimiento de las individualidades ayudarán a la victoria.  Ese será un desafío para Bernardi, que tiene la chance de recuperar terreno en un camino que por ahora aparece muy cuesta arriba. Y trastabillar de nuevo podría ser un golpe fatal.