Por José Odisio

Bermúdez prometió traer rápido los refuerzos para que Osella trabaje con tiempo… y cumplió. Pero desde los nombres, la Lepra parece haber sumado más cantidad que calidad y eso genera dudas, en especial en la defensa donde desde hace tiempo se necesita acertar con un nombre que entregue mayores seguridades.

Moiraghi, Voboril, Amoroso, Prediger, Matos y ahora Sills fueron pedidos de Osella que la dirigencia le dio el gusto. Quignon fue una apuesta, con el visto bueno del DT. Pero salvo Matos, que tiene un currículum previo interesante, ninguno de los otros futbolistas asegura nada, al menos en la previa.

Obviamente el que eligió fue Osella. Y tendrá argumentos para cada incorporación. Y traer tres futbolistas que dirigió en Olimpo deja en claro que el técnico prefirió un conocido sin tantas luces a uno que tenga que explicarle y convencer de su idea de juego.

A favor del DT, en la billetera de Newell’s no sobraba nada y buscar grandes figuras era imposible. Pero la sensación una vez más es que faltó traer un zaguero de jerarquía que de una vez por todas consiga darle al equipo cierta seguridad defensiva. Moiraghi, Sills o Vega (si viene) no parecen ser ese jugador que la última línea leprosa reclama a gritos hace años. Y si los resultados no llegan, otra vez se habrá fallado donde no se podía fallar.