Por Enrique Genovar

Hay jugadores gana partidos. Y de los otros. Hay delanteros que aparecen de vez y cuando. Y hay otros que lo hacen siempre. No hay dudas que tener a Marco Ruben es un plus para cualquier equipo. Y Central hoy lo tiene. El goleador se despachó con un triplete ante River de Uruguay, se llevó la pelota y fue la gran figura.

Claro que el presente de Ruben no es momentáneo; ya que el capitán auriazul viene con este rendimiento desde el año pasado. Pero para llegar a este momento del goleador pasó mucha agua bajo el puente…

Desde que Eduardo Coudet lo apuntó para venir, antes de que comenzara la temporada pasada, hubo dudas. Ya que Ruben venía con poca actividad y con la pólvora mojada (sólo dos goles en 2014). Sin embargo, apenas arribó comenzó a demostrar sus “remozadas cualidades”. No sólo lo evidenció en la red, sino que lo hizo en su juego. El nacido en las inferiores terminó como goleador del torneo 2015.

Comprarlo no le resultó para fácil a los dirigentes. Ya que a los ucranianos les costó creer como el goleador del fútbol argentino quería quedarse a vivir en Rosario y compartir su vida, fuera de la cancha, entre su familia y la pesca.

Luego de muchas negociaciones se llegó a un acuerdo millonario. Más allá de que todos los hinchas estuvieron de acuerdo, el hecho del monto de la transferencia trajo algunos interrogantes.
No comenzó bien el torneo. Se perdió varios partidos por molestias físicas. Pero tuvo la primera aparición goleadora en el Clásico, la cual ratificó en Santa Fe y ante los uruguayos brilló, simplemente eso. Central tiene un plus que se llama Marco Ruben y debe aprovecharlo.