Por Enrique Genovar

Entre cuatro y cinco millones de pesos. Eso es lo que Rosario Central recaudará, aproximadamente, si se confirma oficialmente que podrá jugar el primer partido de la Copa Libertadores como local con público. Un número para nada despreciable desde todo punto de vista. Pero el inminente levantamiento de la sanción tiene un trasfondo político.

Es que el que intercedió para que el Canalla pueda disputar a puerta abierta el primero de los juegos de la fase de grupos en el Gigante fue Luis Segura. Sí, el actual presidente de AFA y candidato a renovar su envestidura en las elecciones que viene.

¿Por qué hizo esto el candidato al sillón de AFA? Para recuperar el voto de Central. Es que en un principio el Canalla lo iba a apoyar, pero después de lo que pasó en la final de la Copa Argentina la dirigencia auriazul cambió y el voto ahora es para Marcelo Tinelli.

El juego al que fue sometido Central es el juego al que son sometidos la mayoría de los equipos del fútbol argentino: un día te saco, otro día te doy. “Central fue perjudicado claramente en la final con Boca”, ahí el sistema le sacó. “Central, es casi un hecho, jugará en el debut de la Libertadores en el Gigante con público”, ahí el sistema le dio.

Hoy poner en la balanza la posibilidad de haber disputado una final en igualdad de condiciones y ganar cuatro o cinco millones de pesos no parece justo. Pero el sistema y el fútbol actual es así y Central ya lo sabe…