Por Enrique Genovar

Sebastián Sosa pasó de las dudas al reconocimiento. De tener un nivel discreto a convertirse en el dueño de atajadas “gana partidos”. El arquero uruguayo atraviesa el mejor momento desde que se calzó el buzo auriazul y es uno de los puntos más altos de un equipo irregular, que tiene presentes dispares en las dos competencias en la que participa.

Sosa fue clave en el pase a semifinales de la Copa Argentina y en el último partido por el campeonato fue quien evitó la derrota.

El arquero uruguayo comenzó a construir este presente en la definición por penales ante Atlético de Rafaela. Allí, con actuación incluida (revisaba un machete antes de cada ejecución del rival el cual estaba en blanco), fue la figura y el autor principal de la clasificación. Pero sin dudas, la mejor actuación de todas la tuvo en los cuartos de final frente a Boca del pasado 2 de noviembre en Córdoba. En el Kempes Sosa aguantó las embestidas del rival, tapando un par de bochas impresionantes….Y en el cotejo ante Independiente también fue fundamental para que Central no termine sin nada.

Un camino complicado…

Luego de un mal partido de Manuel García (frente a Vélez en la fecha 10 del torneo pasado) el uruguayo se ganó el puesto de manera definitiva y comenzar a ser titular en las dos competencias. Y un par de fechas más tarde fue el responsable de mantener el arco en cero ante el Clásico rival; aquella tarde en el Parque Sosa se quedó con dos remates, uno de Boyé y otro de Maxi Rodríguez.

El campeonato de Central se fue apagando ante el protagonismo que el equipo tenía en la Libertadores. Pero el uruguayo no tuvo buenos juegos y terminó teniendo un semestre discreto. Tal es así que desde el comienzo del mercado de pases que pasó, el DT pensó en buscar un arquero titular y más teniendo en cuenta que el préstamo del ex Peñarol culmina en diciembre. Las dificultades del mercado hicieron que el que termine viniendo, ya con el campeonato empezado, sea Diego Rodríguez. Pero el Ruso fue habilitado mucho después y ni siquiera sumó minutos… Lo que vino después ya se sabe: el mejor momento de Sosa en Central.