No es normal que un club se quede sin dos jugadores a mitad de pretemporada por decisión unilateral. Lo primero para decir es que en los dos casos (Alejandro Donatti y Marcelo Larrondo) no se obró de manera ilegal, más allá de cualquier reproche ético válido. Pero sin dudas que la salida del delantero es la más cuestionada y de hecho es el principal motivo de esta opinión. Ahora, ¿por qué sucedió esta situación? ¿La cláusula de rescisión es legal o no? ¿Está bien ponerla en esta clase de contratos?

Este tipo de cláusulas son legales. Y es la parte del jugador quien solicita que la misma figure en el contrato, aunque el club puede imponerse a costa de que la negociación no se lleve a cabo. Pero para que la posibilidad de rescindir a través de una cierta cantidad de dinero quede estipulada se necesita previamente una negociación, ya que como en todo contrato hay como mínimo dos partes. Lo que está claro y como lo explicó la dirigencia en un comunicado, a Central no le quedó otra salida que la cláusula de rescisión figurase en el contrato con el delantero.

Pero sin dudas, la falla estuvo en que la misma fue baja (1,5 millones de dólares) y más tratándose de un delantero. Claro que para el jugador este monto le vino como anillo al dedo y seguramente el representante presionó a la hora de la firma para que la cifra sea esta. Pero está claro que los resultados conseguidos por el futbolista superaron la previsión que hizo Central. Larrondo tuvo un gran desempeño desde que arribó al club y hasta estuvo convocado a la selección de Chile, por todo esto la cláusula quedó baja y accesible a ejecución.

Lo que enumeran los dirigentes en el comunicado tras la ida del delantero es verdad, pero sin dudas en el tema de la firma del nuevo contrato tuvieran que haber actuado diferente y más por teniendo en cuenta la cierta posibilidad que tuvo Víctor Salazar de irse por la famosa cláusula. Si bien es cierto que el jugador y su agente le dieron vueltas a la dirigencia para firmar el nuevo vínculo, no es excusa.

No se trata de buscar culpables o responsables, porque el jugador utilizando algo que estaba firmado se fue. Se trata de tener de ahora en más una postura diferente. En el fútbol nadie perdona a nadie y los jugadores, salvo algunos ejemplos que están hoy en el plantel canalla y algún otro caso aislado que esté por ahí, trabajan por dinero y sin arraigos a instituciones. Larrondo hoy va a tener un salto económico en lo personal gracias a Central. ¿O a alguien le había deslumbrado este jugador con anterioridad?

Por último si el futbolista termina en River también es legal y Central solamente estará habilitado para hacer un reclamo a Fifa, la que cuanto mucho sólo podrá sancionar levemente al club canadiense y al de Núñez. Ya que es la misma casa madre del fútbol mundial quién permite que un jugador pueda llegar a un club como lo podría hacer Larrondo al Millonario.