Por Enrique Genovar

Dentro de la reestructuración que propone la actual comisión directiva de Rosario Central en las divisiones inferiores hay medidas antipopulares. Como en todas las decisiones hay están las medidas que gustan a la mayoría y de las otras.

Y una de las que no cayó bien es la decisión de que se termine la línea B que tiene Central. Tras esa medida la pregunta que surge es cuál será el futuro de los chicos que juegan defendiendo los colores auriazules en dicho ámbito.

El vicepresidente primero, Luciano Cefaratti, se encargó de aclarar que los juveniles «no quedarán libres». Ya que pasarán a formar parte de la línea A.

Este hecho hará la competencia mucho más encarnizada y el «filtro» terminará de decir quiénes quedarán al margen.

«El fútbol tiene un sistema cruel. Central no es solamente una escuela de fútbol, como pueden ser otros clubes. Central tiene fútbol profesional y uno tiene que aspirar a que los que estén hoy en inferiores tengan posibilidades de llegar a Primera», dijo el directivo.

Luego, Cefaratti se refirió al hecho de que Daniel Teglia se enterara por los medios que no iba a ser más coordinador de las divisiones inferiores. «Lo de Teglia se manejó de forma desprolija. Somos autocríticos y hay que reconocerlo», finalizó el dirigente canalla.

Lo cierto es que la comisión directiva debe tomar decisiones y que para ello cuanta con el aval de los asociados. También es verdad que en fútbol muchas de las medidas que toman los directivos son únicamente evaluadas por el tiempo. Por eso dar un veredicto absoluto con respecto al tema inferiores ahora es apresurado.