Por Enrique Genovar

Ha dejado pasar muchas oportunidades, pero está a sólo tres puntos de la cima de su zona. Por este motivo y por los pocos puntos que restan por disputarse Central no sólo irá a la cancha de su eterno rival para revalidar la hegemonía, sino que pondrá en juego la última chance de seguir con el objetivo de llegar a la final.

Es que, sin dudas el domingo no podrá dejar pasar la chance de sumar de a tres si quiere seguir con la mente puesta en jugar por la gloria el 29 de mayo. Además, el hecho de que los otros rivales también jugarán su Clásico le abre una oportunidad inmejorable al equipo de Eduardo Coudet.

Además, y no es un dato menor, una nueva victoria no sólo le permitirá continuar en la pelea grande en el fútbol local, sino que le dará una inyección anímica necesaria para enfrentar el primer partido de la serie de octavos de final de la Copa Libertadores la semana que viene.

Si el Canalla no peleara por llegar a la final, la gran obligación sería del rival por lo que viene pasando en los últimos clásicos. Pero el hecho de ser protagonista y de haber perdido terreno en los últimos partidos, si Central quiere seguir con “vida” en el torneo de Transición deberá sumar de a tres.

Eduardo Coudet deberá reducir el margen de error a la mínima expresión. Ya que el Newell’s de Diego Osella ha mejorado con respecto al último que enfrentó en el Gigante. Y también es cierto que el presente canalla es también diferente al que tenía cuando le ganó al equipo de Lucas Bernardi.

¿Salir a esperar o tomar la iniciativa? Central, salvo los primeros minutos ante Nacional en Montevideo, no conoce otra forma que la de salir a protagonizar los partidos desde el pitazo inicial. Pero tampoco asoma como una mala receta tomarse cierto tiempo para observar cómo transcurren los minutos y cómo se hace sentir la presión de los hinchas locales que están necesitados de cortar la racha negativa de los clásicos.