Por Enrique Genovar

La operación de Marco Ruben. La ida de Pinola. La novela interminable del zaguero. La inhibición de Larrondo. Los flojos resultados en los amistosos. Todo eso quedó atrás. Arranca la verdad para Rosario Central. El equipo de Montero irá a Santa Fe por el primer partido de la Superliga. Viajará a una cancha que siempre le fue difícil, pero que la última vez que la visitó salió victorioso.

Claro que en este debut aún no tendrá el mercador central nato. Y ahí estará uno de los puntos a observar en el juego ante el Sabalero. Es que Mauricio Martínez no es “6” y en la pretemporada le ha costado. Pero nadie puede discutir, si vio los ensayos de preparación, las ganas que le puso. Otro de los interrogantes pasa por conocer cómo será el funcionamiento de los colorados en la mitad de la cancha. Es que en los últimos torneos Musto oficializó de equilibrio y habrá que ver si Romero lo puede hacer.

Por último, la mirada también se centrará en los dos tanques de arriba. A esta altura nadie duda de que si se entienden el Canalla podrá tener una de las mejores duplas de delanteros de todo el torneo. Pero el conocimiento entre ellos será fundamental y seguramente no se logre de un partido a otro. Los dos son animales de área y deberán alternar para ver quién hace el sacrificio de salir para generarle espacios al otro.

Arranca un nuevo torneo, con la mochila de siempre, con la ilusión de los hinchas que deberán esperar para ver a este nuevo equipo en persona. No queda nada, Central sale a la cancha y la adrenalina irá creciendo a medida que se acerque la hora en que pitará el viejo de Juan Pablo Pompei.