Por Enrique Genovar

Se despidió del torneo. Central no tuvo ni el resultado ni el juego esperado en el Clásico frente a Newell’s y quedó a cinco de la punta cuando restan 12 en juego. Por este motivo apuntará todo a la Copa Libertadores.

El equipo del Chacho no jugó bien ante el Clásico rival. Tal es así que solamente llevó peligro al arco adversario en dos ocasiones. El Canalla nunca tuvo juego asociado y cualquier intento de generación de fútbol fue abortado por el planteo que dispuso Diego Osella.

Lo que llamó la atención en el planteo inicial del entrenador auriazul fue la función de Franco Cervi. Chucky, el de presente más desequilibrante de todo el plantel auriazul, jugó por la derecha y estuvo más preocupado por la subida de Emiliano Insúa que por la generación de fútbol. Además, el hecho de ubicar a Gustavo Colman al lado de Damián Musto no le dio resultados. El número 20, tuvo un mal partido. Se mostró errático en los pases y no tuvo mucha colaboración en la contención.

Coudet buscó cambiar el funcionamiento del equipo, pero lo hizo tarde. Ya que recién comenzó a mover el banco tras el primer cuarto de hora del complemento.

Lo más positivo que mostró Central en el Clásico fue el rendimiento que tuvo Sebastián Sosa y Mauro Cetto. El arquero fue una de las figuras del encuentro al taparle las dos más claras que tuvo el rival a través de Lucas Boyé y de Maximiliano Rodríguez. Y al defensor le sobró oficio para disimular los siete meses de inactividad que arrastraba.

Central no logró lo que fue a buscar: sumar de a tres para continuar en la lucha por el torneo. Y ahora deberá apuntarle todo al objetivo de la Copa, el más complicado pero el que más entusiasma a sus hinchas.